Con varias bajas visitaba el FS VivoCuenca al EFS Socuéllamos, algo que sin duda ha hecho mella en el 3-2 reflejado en el marcador. Manolo Moya –entrenador del equipo-, Valen e Ivi no han podido estar en la pista –mientras que otros jugadores estaban tocados, por lo que se ha completado la convocatoria con jugadores del juvenil y el filial- en un partido que se acabó complicando en la segunda mitad, donde sufrieron la remontada del Socuéllamos tras ir por delante 0-2.
Sabiendo de esta condición de bajas sensibles, el Socuéllamos imprimió un ritmo alto de partido desde el mismo inicio. Aguantó bien el VivoCuenca este arreón inicial y en cuanto los socuellaminos se despistaron, dieron un golpe sobre la mesa: minuto 15 y un balón parado por Mario Gómez llegaba en largo para Peñu, quien saltó con el portero a la disputa. Le quedó muerto a un José Ángel Saiz que aprovechaba para rebañar y dibujar el 0-1.
Se le complicó el guion del partido a un Socuéllamos algo nervioso que, por otra parte, puso a prueba al meta cordobés en varias ocasiones. Fruto de estas precipitaciones aprovecharía Moha para robar el balón y orquestar una contra en superioridad. Se la cedió a Budia para que lo intentase con un zapatazo, y el rebote cazado por el propio Moha también causaría un segundo rechace que, esta vez sí, aprovechaba Peñu para el 0-2. Había sido muy efectivo el Vivo en las pocas llegadas que había generado.
Pero el cansancio empezó a hacerse patente en la segunda mitad, a la que, de nuevo, el equipo de Huedo salía con bastante ímpetu. En una jugada con varios rechaces el balón saldría disparado con poco acierto al segundo palo, donde esperaba Iván Ávila para empujarla y recortar distancias.
Achicando agua sobrevivía un VivoCuenca, con el equipo despejando balones como podía y con Mario Gómez protagonizando varias intervenciones. Buscaban los azulones esa contra que les diese algo de tranquilidad: Cerzi tendría un mano a mano y Budia ponía en apuros al meta, al igual que Carlos Valero, quien lo intentaba con un buen balón abajo.
A pesar de la insistencia, el gol caía del cuadro local, que no se dejaba caer: con algo de fortuna se llevaba Álvaro Ruiz un rechace que le quedaba a media altura para luego inventarse un lejanísimo zapatazo que sorprendía a todos para firmar el 2-2.
Con un Socuéllamos in crescendo, espoleado además por su afición y saliendo con portero jugador, el Vivo aguantaba como podía en unos últimos minutos exasperantes para todos debido al cansancio. A falta de dos minutos, un robo ocasionó una contra que Lerín, quien ya se había topado con las paradas de Gómez en varias ocasiones, sorprendió con un balón por debajo de las piernas para consumar la remontada. También se la jugó el Vivo con portero jugador y fabricó una bonita jugada de banda a banda culminada por Budia, si bien se topó con una gran parada de Lerín que evitaba la campanada.
El 3-2 final confirmaba que los tres puntos se quedarían en el Pabellón Paquito Jiménez. Duro revés para un VivoCuenca que parecía que podía sacar algo positivo, si bien era difícil mantener el tipo dadas las bajas. La semana que viene tendrán la oportunidad de reencontrarse con el triunfo en su casa, El Sargal, donde recibirán al Infantes FS, equipo siempre duro de roer.
