El Vivo enamora de nuevo en el Sargal (9-3)
El Vivo Cuenca llegaba el domingo al Sargal como líder de la clasificación en la décima jornada liguera, con muchas ganas de mantenerse en el puesto por cuarta semana consecutiva, ante un rival al que se ha enfrentado en numerosas ocasiones y tenía bien estudiado. Los de Albacete venían de perder el partido contra el Salvatierra y eran conscientes de que el favorito era el equipo local, que saboreaba un dulce momento con cuatro victorias consecutivas.
Daba comienzo el partido con algo de retraso en el cronómetro, pero con ambos equipos motivados para llevarse la victoria. Más intensos los de Manolo Moya, que desde el primer segundo aplicaron una asfixiante presión a los rivales, quienes en ningún momento del partido se dieron por vencidos.
La defensa del Vivo estaba soberbia, con un Peñu que brilló especialmente durante toda la primera parte, recuperando balones de manera impecable y cerrando los huecos para impedir las llegadas de los de José Luis Gómez.
La intensidad con la que había comenzado el Vivo propició algunas jugadas precipitadas en la salida de balón, pero bien es cierto que de una de esas jugadas a punto estuvo Ivi de hacer el primero. El guardameta del FS Vivo Cuenca siempre tiene gran visión de juego y ya había encontrado a Valen en un saque similar minutos antes.
Llegaron pronto y bien elaborados los goles del Vivo. En el minuto 13 llegaba el primero de los pies de José A., y tan solo medio minuto después, Cerzi establecía el segundo en una gran jugada con pases diagonales.
El tercer gol llegó en una combinación bien elaborada entre Budia y Cerzi, dejando el partido de cara para que el Vivo pudiera seguir con su juego. En uno de los pocos errores defensivos que cometió la defensa azulona, un siempre seguro Mario Gómez despejó cuando ya estaba en el suelo con la pierna cambiada.
La suerte no estaba del lado de los albaceteños, que en ningún momento bajaron los brazos, y en uno de los pocos lanzamientos que lograron colarle a la defensa, el balón pasó entre las piernas de Mario, pero se marchó desviado por el palo izquierdo de la portería.
Estaban los albaceteños jugando muy duro con las faltas, y tanto Budia como Mario Gómez sufrieron en la primera parte el azote de los de negro.
En la primera parte, los rivales tuvieron sus minutos. Presionaron más al Vivo y generaron ocasiones de peligro, pero una sólida y férrea defensa, junto a unas grandes paradas de Mario Gómez, hicieron imposible que recortaran distancias antes del descanso.
Se marchaban a vestuarios con el partido encarrilado 3-0, pero con muchos minutos por delante en los que podían pasar muchas cosas, y pasaron.
A pesar del buen resultado, los albaceteños no se rindieron en ningún momento. Estando el partido 4-0, en una contra bien aprovechada, con pases rápidos y diagonales, llegó el primer gol del UDAF. A partir de ese momento, los de Albacete empezaron a creer en la remontada. Pero la presión conquense no bajó la intensidad y pronto llegó el 5-1.
Con el ritmo de partido tan intenso desde el principio, era de esperar que los jugadores azulones sintieran el cansancio y eso se notase en el terreno de juego. A mitad de la segunda parte y con el resultado a favor, los de Manolo Moya bajaron un poco el ritmo. Los albaceteños supieron aprovecharlo y, en tan solo unos minutos, pasaron de tener el partido totalmente controlado a que les recortaran distancias y se sintiera el peligro: 5-3 a falta de 10 minutos para el final del encuentro.
Ambos equipos se conocen bien, y eso hizo que el Vivo reaccionara al peligro de manera inmediata. Volvieron a cerrar filas en defensa, pusieron ritmo al partido y fueron muy efectivos en ataque, lo que propició que pronto llegara el gol. Los jugadores del Vivo estaban empezando a enfadarse con el duro juego del rival, especialmente Peñu en defensa, por lo que Daniel le dio unos minutos de respiro. Estando muy bien situado, cazó un rechace tras el disparo de Ivi para poner el 6-3.
Con este panorama y a falta de 6 minutos para terminar el encuentro, el UDAF puso toda la carne en el asador con portero-jugador, pero Manolo Moya, muy listo, colocó una defensa en rombo que Mario Gómez no dejaba de gritar cada vez que los rivales tocaban el balón.
A pesar de que la defensa estuvo espléndida durante todo el partido, hay que destacar la magnífica actuación del guardameta conquense, que sacó hasta en tres ocasiones el balón de la portería. Tras esa épica jugada, supo leer el desmarque de Álvaro Varas y darle un pase perfecto para hacer el 7-3.
El final del partido fue un quiero y no puedo del UDAF. Lo intentaban, pero no tenían ni fuerzas ni huecos para encajar el balón dentro de la portería. Los rechaces y las contras las aprovecharon Cerzi, Ivi y Budia de maravilla.
Terminaron goleados los albaceteños 9-3 en un partido que no fue tan fácil como pueda parecer por el resultado, pero en el que el Vivo Cuenca lo hizo todo bien, demostrando por qué es el líder de esta temporada. Llegan llenos de confianza a la siguiente jornada contra un difícil Salvatierra, que también lleva una buena trayectoria esta temporada.