El FS VivoCuenca no ha podido sacar los tres puntos en su partido a domicilio ante el Menasalbas (4-4), aunque no ha sido por falta de ocasiones. Un partido que tenían dominado se fue complicando tanto en la pista como en la grada y el tramo final condenó a un Vivo que finalmente se llevaba un empate algo insuficiente.
Salió con actitud el equipo azulón a la pista y no se hizo de esperar un primer gol con la firma de Carlos Budia, quien adelantaba a los suyos momentáneamente. No duró mucho la alegría, ya que minutos después empataba el local Daniel Gutiérrez. Ivi y Moha retomarían el pulso para los viveros con dos goles antes de enfilar a vestuarios, poniendo así el 1-3 en el marcador.
En la segunda parte se calentó el partido y tuvo que ser detenido por los continuos insultos de la grada hacia el árbitro y los jugadores del VivoCuenca. Hasta 10 minutos estuvieron en el vestuario hasta que finalmente el ambiente se apaciguó. “Ellos salieron enchufados con el apoyo de su afición”, relata Manolo Moya, técnico del FS VivoCuenca.
Pondrían el 2-3 mediante Sergio Aguilera, y aunque Cerzi devolvía la renta de los goles con el 2-4, los últimos minutos condenaron al VivoCuenca, que encajaba en el 37 y 38. Volvieron a mandar los de Manolo Moya, que pusieron en aprietos al meta local Alfonso Sánchez hasta en cuatro ocasiones, teniendo que emplearse en todas ellas para evitar la campanada conquense.
Finalmente, y cuando mejor estaba el Vivo, llegaba el final del partido que certificaba el reparto de puntos. Quizás insuficiente, ya que “hemos tenido el partido durante tres cuartas partes del mismo”, tal y como relata el propio Manolo Moya. Tendrán que resarcirse en casa la semana que viene cuando reciban al FS Olías.