Semana triste para el fútbol local: el CD Balona Conquense se retira de la competición y pone fin a su andadura. Casi seis años que han dado para más alegrías que penas y que, a pesar de decir adiós, se lleva un puñado de buenos recuerdos sobre el verde.
Lo cierto es que es una decisión meditada y que no se toma en caliente, explica Fabián Gómez, presidente e impulsor del club allá por el 2018. Ya hubo dudas de si se podría arrancar esta temporada y se habló con los veteranos del equipo para revertir la situación trayendo a gente joven, algo que no ha podido ocurrir. La Balona nació para dar respuesta a esa necesidad de los jugadores que pasan la etapa juvenil y que no encontraban acomodo en la capital –ya sea en el San José Obrero o en el Conquense, por aquel entonces en 2ªB–, si bien con la creación del Conquense B “creemos que esa necesidad está cubierta y no pasa nada por echarnos a un lado”, transmite Gómez.
Algo corto de efectivos, se quedó sostenido el proyecto por algunos de los veteranos, aunque no había suficiente gente como para seguir adelante en un año que, más allá de los resultados deportivos, estaba siendo muy duro. “Cuando veo que tenemos problemas para las convocatorias y los partidos, siendo los veteranos los más implicados y que esa sensación sea más de angustia que de disfrute… tomamos la decisión de liberar a esas personas”, relata. Ante todo, Gómez ha querido transmitir a la plantilla que esto debe servir de aprendizaje y que no es momento de buscar culpables ni mirar hacia otro lado, ya que cada uno tiene sus compromisos personales que atender. “Agradezco a todo el mundo porque aquí no hay nada remunerado, hacemos lo que nos gusta”, recuerda.
Ante todo, aclara el presidente, no se trata de ningún tipo de desavenencia con instituciones o problemas económicos. “No nos hemos saltado nada, a nivel económico está todo saneado sin tener ayudas significativas… simplemente hemos visto que, a nivel deportivo, es una situación que ya no se podía sostener”, esclarece. Una vez valoradas las posibles sanciones y las ayudas institucionales al retirarse a mitad de la competición, el club entendió que era lo mejor y así se lo trasladó a la plantilla el pasado lunes.
Por el camino quedan logros como los ascensos de Segunda Autonómica a Primera y luego a Preferente en tan solo cuatro años
Detrás queda la bonita historia de un club que en tan solo unos años logró ascender de Segunda Autonómica a Primera Autonómica y luego hasta Preferente, donde militaba el año pasado hasta que descendió. También la de una poblada afición –Frente Albinegro– que se hizo notar en el Joaquín Caparrós, La Fuensanta y Tiradores, así como la de mucha gente que ayudó desinteresadamente para que este sueño saliese adelante. “No paran de llegar mensajes de apoyo y llamadas, estoy sorprendido y eso me agrada mucho”, cuenta el presidente.
Agradece así a jugadores, directivos y aficionados por el esfuerzo y compromiso a lo largo de estos años, y es que Gómez, por su parte, lo tiene claro: “El fútbol te quita cosas y tiempo, pero a mí, personalmente, me lo ha dado todo. Te forja como persona, te hace vivir experiencias positivas y negativas, de todas aprendes y te forman como persona”, transmite.
“Estamos orgullosos de meter a un club nacido de la nada en Preferente en apenas cuatro años, aunque también te digo que no era nuestro tope. Nos vamos con la cabeza bien alta, es el fin de una etapa y todo lo vivido es algo que no se compra: se nace y se lleva”, se despide Gómez.