El triatlón supone un reto multiplicado por tres al que Cuenca no duda en animarse gracias a la labor del Trischool, club que practica este desafiante reto y que representa a la ciudad en competiciones de calado nacional. La temporada acaba de empezar y tanto jóvenes como mayores están dispuestos a darlo todo por tierra, agua y a pedales.
Dani Guerra, técnico y coordinador del Trischool Cuenca, declara que el club afronta un año “bastante ilusionante” tanto por parte de los entrenadores como de la directiva. Esto viene dado por el ascenso de su equipo talento –es decir, el que está en edad escolar–, que esta campaña compite en Segunda División tanto en triatlón como en duatlón. “Tenemos muchas esperanzas puestas en este equipo, nos viene un refuerzo de Tarancón y creemos que podemos hacer un papel muy destacable en las dos modalidades”, declara Guerra.
CANTERA AL PODER
Lo cierto es que esta filosofía de cantera es una de las piedras angulares del Trischool, ya que garantizará que en unos años siga habiendo deportistas que no solo mantengan viva la esencia del triatlón, sino que también podrán competir a alto nivel. “Nos centramos mucho en la escuela”, cuenta el técnico del club, especificando que a las edades más tempranas –4 años– se dedican a enseñar los fundamentos básicos de running, natación y bicicleta. “Si van creciendo y quieren competir, solemos tener gente de nivel y así se va reflejando año tras año”, celebra Guerra. Dio comienzo la temporada la semana pasada en Albacete con el duatlón, aunque “ya llevamos dos o tres mesecitos dándole caña”, asegura el técnico, que ya tiene en forma a los chicos.
A día de hoy, son alrededor de 100 los socios con los que cuenta el Trischool, lo que en palabras del coordinador es una buena cifra teniendo en cuenta que, a pesar de que el triatlón “está en auge”, sigue siendo minoritario.
Además de los pequeños, es deseo también del club conseguir resultados destacables en las categorías superiores, y el propio Guerra comenta que hay un pequeño grupo con afán de colarse en el clasificatorio del Campeonato de España en categoría élite, algo bastante complicado ya que solo 100 personas pueden hacerlo, de las cuales obtienen el pase a la cita nacional los 60 primeros.
“Últimamente hay un nivel en España que es increíble, pero nos damos bastante caña y nuestra meta es entrar a élite”, comenta, y es que ya hay algunos competidores como su hermana María Guerra –con un club de Soria– y Rodri Pelayo –en media distancia– que ya lo han conseguido.
MÁS COMPLETO, IMPOSIBLE
“Nunca te vas a aburrir porque no es solo una cosa”, cuenta Guerra, detallando que los chicos pueden hacer fácilmente alrededor de 13 kilómetros a nado, 20 a pie –dividido en dos días– y 70 en bicicleta. Ahí es nada. Los entrenamientos varían dependiendo de la categoría, aunque la natación es fija todos los días, a lo que hay que sumar tres sesiones de ciclismo, dos de carrera a pie y una de gimnasio. “Siempre metemos un día de fuerza para que el entrenamiento sea completo, se pongan fuertes y eviten lesiones”, informa. No obstante, quita miedos el deportista a la hora de recordar que el triatlón es adaptable a distancias populares. “Hay gente que lo hace a nivel popular y viene a pasarlo bien y disfrutar del ambiente, no hay que ser Mario Mola ni Gómez Noya ni entrenamos 20 horas al día”, cuenta entre risas, al mismo tiempo que anima a la gente a descubrir esta bonita disciplina.
Con la mente ya puesta en los próximos campeonatos, el Trischool Cuenca sigue ‘machacándose’ en el Luis Ocaña para tratar de conseguir sus objetivos en unos meses que se antojan muy ilusionantes.
