Brillante espectáculo deportivo en uno de los duelos más importantes que se pueden dar en el Campeonato de Castilla-La Mancha de Billar a Tres Bandas, correspondiente a la 3ª Jornada, en la que el Club Conquense de Billar “Casas Colgadas” rendía vista al Club Billar Villarrobledo, un feudo complicado, tanto por la calidad de sus jugadores como por el pétreo estado de las mesas de juego, ubicadas en el vetusto Círculo Mercantil de la mencionada localidad albaceteña.
Ambos conjuntos afrontaban este enfrentamiento con dos estados de ánimo diametralmente opuestos. Mientras que los conquenses se mantenían firmes al frente de la tabla, los villarrobledanos pasaban por un mal momento de juego, tras su derrota en la 1ª jornada en Tomelloso, unido a la apuradísima victoria la pasada jornada frente al Club Billar Albasit.
El “Casas Colgadas” nunca había salido derrotado en su visita a esta sala de juego, y, para no ser una excepción, tampoco en esta ocasión los locales consiguieron doblegar a los actuales campeones regionales y líderes actuales del torneo.
Los dos primeros partidos fueron determinantes, aunque no decisivos, para el devenir del choque, ya que Ángel Crespo remontaba el 13-11 con el que concluía el primer acto, para imponerse con total autoridad al local José L. González por un aplastante 19-33.
Bastante más duro e igualado fue el enfrentamiento entre Jaiver Mora y el portillano Fausto Higueras, con un toma y daca constante, que finalizó, como no podía ser de otra manera, con tablas en el electrónico (18-18).
Pintaban bien las cosas de cara al segundo turno de juego, ya que los conquenses disponían de dos puntales muy importantes para sentenciar este enfrentamiento.
No pudo ser, en primera instancia, con José Cicente, quien cedía sorprendentemente ante Francisco Romero (40-29), pero si con Jorge Sánchez, que no dejaba lugar a dudas de su gran clase frente al local Joaquín Ortega, por un merecido y contundente 40-22.
Liderato, pues, para el “Casas Colgadas”, en espera recibir el próximo sábado al ”Club Billar San Fernando”, aunque esto será ya “otra historia”.
