Ni el frío, ni la llovizna, ni el hecho de que fuera un domingo ni el partido se pudiera disfrutar del sofá. Nada impidió que El Sargal se volviera una caldera a presión llena de aficionados hasta el gallinero, un fenomenal ambiente para vivir el que se ha convertido ya en uno de los clásicos de Asobal. Liberbank Cuenca y Ademar León se enfrentaron en una mañana con olor a resina que comenzó con el recordatorio y el ánimo para Pablo Vainstein en forma de ovación cerrada y con la Furia Conquense desplegando una bandera de Argentina con el mensaje de ‘Fuerza Colo’, mismas palabras que vistieron sus compañeros de equipo en una camiseta. Todo ello para vivir un triunfo ante Ademar León cinco años después
Ya en el partido, el choque no defraudó en cuanto a la intensidad de las defensas. Pocos goles y posesiones rozando el pasivo ante la fortaleza de las zagas. A esto no faltaron los porteros, Tanto Bosca como Maciel dejaron su huella en el reñido inicio. De ahí que, en 15 minutos de juego, el marcador vislumbrara un apretado 4-4.
En el momento que Dutra amplió la ventaja a dos tantos, rozando el minuto 25, Guijosa pidió tiempo muerto para reorganizar las ideas de los suyos. Así, logró colocar de nuevos las tablas (9-9) a tres minutos para llegar al descanso. Con las tablas y la falta de puntería en los últimos lanzamientos, Lidio utilizó su minuto de respiro, pero ello no evitó que León se fuera a vestuarios con la mínima ventaja que le otorgó el postrero gol de Juanjo Fernández.
Una segunda parte espectacularAl inicio del segundo tiempo, Doldan y Dutra colocaron de nuevo la iniciativa en el tanteo y Kilian Ramírez hacia su esporádica pero importante aparición bajo palos para atajar los lanzamientos desde siete metros. El Sargal empezó a contabilizar en la escala de Richter cuando los goles Thiago Alves y Sergio López, pusieron el ‘+3’. Guijosa cortó el juego con un tiempo muerto cuando aún no se había llegado a los ocho minutos de la reanudación.
Los visitantes se recuperaban tras dos disparos al poste de los conquense y volvían a poner a sólo un gol de desventaja, pero Doldan se gustaba en el filo de la línea de seis metros con la seguridad que caminaría un funambulista en una cuerda sobre un acantilado. No menos importante Dutra, el brasileño se quitó el sambenito de otras grandes citas dando rienda suelta al cañón que tiene por brazo. Pasado el ecuador, Cuenca lograba aumentar su renta a cinco goles (20-15) con una defensa inexpugnable, un Sargal enfervorecido, la superioridad numérica momentánea por la expulsión de Mosic y tantos de Baronetto, Doldan y Nolasco. Golpes que hacían tambalearse al Ademar León y que obligaban a agotar su último tiempo muerto al técnico visitante.
Con vistas a focalizar los últimos seis minutos Lidio tiró ‘time off’ para grabar las directrices en la piel de sus jugadores mientras el graderío disfrutaba de ver la ventaja en el electrónico. La defensa conquense era una jauría rabiosa que sólo dejaba pasar el aire. Un movimiento que se acompañaba en el ataque con los tantos de Thiago Alves y Dutra, que sentenciaron el choque ante un pabellón que se caía por momentos.
Dos puntos cargados de sentimiento e importancia que cargan al equipo de moral, superando los duros obstáculos de las bajas en defensa y enfilando unas semanas históricas para el equipo de Lidio Jiménez.