La UB Conquense le saca la tarjeta roja a la despoblación y le hace un pasillo al entorno rural para facilitarle el camino hacia la práctica deportiva. El club blanquinegro ha vuelto a poner en marcha el programa ‘Goles X mi pueblo’, que alcanza su tercera edición. Un proyecto en el que el deporte traspasa barreras para convertirse también en una herramienta dinamizadora de los municipios conquenses, así como de los jóvenes talentos futbolísticos que habitan en ellos.
El programa cubre el 85% del coste de transporte a las familias que se desplazan más de 25 kilómetrosSe trata de un programa por el cual el club cubre el 85% del coste anual en concepto de desplazamientos a aquellas familias que deben trasladarse a Cuenca desde una distancia superior a los 25 kilómetros. Son 15 las familias adheridas para la presente campaña 2023/24, entre los que se encuentran residentes de pueblos tan dispares como Cañete, San Lorenzo de la Parrilla, Huete, Carboneras de Guadazaón, Cañizares, Albalate o Cardenete.
Carlos Morillas, director de la cantera de la UB Conquense, explica que trabajó junto a Sergio Blanco –su predecesor en el cargo– para ayudar a los chicos y sus familias. “Queríamos ver cómo podíamos hacer algo, porque es enorme el esfuerzo que hacen tanto en lo económico como en su tiempo”, valora Morillas. A día de hoy, desvela que se cifra ese gasto sufragado por el club en 6.600 euros, el cual permite que estos niños y niñas tengan las posibilidades que merece cualquier joven que desea practicar el deporte que le gusta.
DEPORTE Y SOCIEDAD
Salta a la vista que este programa cumple una doble labor: la deportiva y la social. Esta última destaca por su compromiso contra la despoblación, un fenómeno que afecta especialmente a Cuenca. Ya intentó el club llevar a cabo un ambicioso proyecto a través del cual pudiesen llevar el fútbol a los pueblos. “Encontramos mucha dificultad porque había muy poquitos niños en los municipios donde queríamos hacerlo y que tuviesen instalaciones para ello”, transmite el director de la cantera, que por otra parte se siente satisfecho, “siendo de un pueblo pequeño”, de poder ofrecer este servicio para que no se sigan despoblando esas ya castigadas zonas. Por otra parte, también se retiene el talento de la provincia, ya que se sigue ofreciendo una vía a los niños y niñas de multitud de municipios para que sigan disfrutando del balompié y no desistan por no tener un espacio adecuado para ello.
Esta es una muestra más del compromiso social que la Balompédica lleva a cabo, a las que hay que sumar su sección inclusiva de ADOCU o las colaboraciones con distintas asociaciones de la ciudad. “Hay muchísimos factores que influyen en la sociedad y en los que podemos ayudar desde nuestra humilde posición”, asegura Morillas.
UNIÓN BALOMPÉDICA
Como reza uno de los lemas del club, “la unión hace la Balompédica”. En este caso, la del club con las familias. Uno de los beneficiados por esta iniciativa es Alberto, cuyo hijo milita en el equipo alevín del Conquense desde hace cinco años. Residente en Cañizares –a 65 kilómetros de la capital–, recibió hace tres la llamada de la Escuela de Fútbol Base para comunicarle que cumplía las condiciones y que sería incluido en la ayuda. “Lo agradecemos mucho, más todavía viniendo de un club privado. Es una ayuda muy importante para nosotros”, transmite Alberto, apreciando el gesto del club al valorar el esfuerzo que supone para ellos el recorrido. En Cañizares, explica Alberto, no hay suficientes jóvenes de la edad de su hijo como para formar un equipo y competir, por lo que ven en este programa una gran oportunidad. “No solo de jugar, que le gusta mucho el fútbol, sino también de socializar con niños de su edad, que es muy importante”, añade.
Porque ningún niño o niña debería enfrentar impedimento alguno para hacer lo que le gusta. En este caso, el fútbol. Desde la grada del Complejo Deportivo Tiradores lo confirma Alberto: “Aquí están en su salsa, están esperando siempre el día de entrenamiento para venir aquí”, concluye.
