El CD Tarancón volvió a sonreír al imponerse por 0-2 a un CD Madridejos que cumplió con la receta esperada por el técnico Jorge Cañete en la previa del encuentro. Los locales imprimieron un juego directo y físico que, esta vez sí, supieron leer y adaptarse a ello los taranconeros sin conceder ocasiones de excesivo peligro y desarrollando su juego con el balón.
Pese a las dos ocasiones en el primer tiempo por parte de los visitantes procedentes de Armoa y Christian Beltrán, el partido no tuvo gol alguno en el primero tiempo. El descanso fue el parón necesario para que el conjunto conquense se convenciera de no repetir errores y finiquitar esas oportunidades claves, y así lo hizo nada más reanudarse el encuentro.
Sumy puso por delante al Tarancón con un disparo desde fuera del área. Al verse por debajo en el marcador, el Madridejos tienda a tomar un mayor número de riesgos, que son oportunidades para un Tarancón que no quiso repetir el error de no matar el partido. De esta forma, Kameni puso la ventaja de seguridad con el 0-2 tras una gran jugada colectiva que concluye con la asistencia al delantero de Josué.
No faltaría emoción hasta el final a pesar de la ventaja para los blanquiazules, ya que en el minuto 90, Dani Ortigosa se erigiría como una figura salvadora al detener un penalti, evitando de esta forma un final apretado y caótico que pusiera en peligro los tres puntos.
Para Cañete, la victoria supone "un punto moral muy importante para levantarnos del mal sabor del otro día". El Tarancón suma su segundo triunfo en liga, el primero lejos del Municipal.