"Mi apellido me ha abierto puertas, pero he tomado mi propio camino"
Si tuviéramos que definir a Mónica Plaza (Cuenca, 1995) en dos palabras, para ella serían “aventura y competición”. Embajadora internacional de su ciudad y provincia, esta especialista de cine, piloto y copiloto de rallies, ciclista y deportista polifacética, se abre paso entre varios mundos con un buen puñado de aficiones bajo el brazo. Aunque la propia Mónica lo tiene muy claro: “Lo primero es el trabajo, luego los coches y, si me queda tiempo, la bici”.
Así, a su amplio abanico de aventuras ha sumado recientemente su fichaje como piloto del equipo Avatel Telecom para el Campeonato de España de Todo Terreno. La conquense "cambiará de asiento" para estrenarse en la Baja Extremadura el próximo 11 de junio junto a la compañía de David Nadal, que será su copilotó en esta nueva apuesta de Plaza.
Desde que vino al mundo, la conquense ha estado ligada al mundo del motor, los viajes de aventura y la competición de la mano de su padre, el piloto Manolo Plaza, pero no fue hasta su mayoría de edad cuando decidió dar el salto a ese ámbito. “Estuve seis años practicando gimnasia rítmica y otros seis jugand al fútbol, ¡y uno como capitana en el Conquense!, pero como la temporada de coches son unos pocas semanas al año, comencé a probar con la bici”, explica. No obstante, el modo de vida “nómada” que lleva Mónica hace que “en más de una ocasión la lleve siempre conmigo junto a un rodillo para poder mantenerme”, ya que desde hace un año la conquense se ha concentrado en las carreras por etapas. Pruebas de varios días y tramos de muchas horas de recorrido en el que su experiencia como copiloto, “sobre todo a nivel mental”, es una baza a su favor.
Y es que pese a su reconocida trayectoria del motor, defiende la importancia de su trabajo como especialista de cine. Una labor que reconoce que le surgió por puro azar: “Mi formación es de ADE, no tenía experiencia en el cine. En un evento conocí a un coordinador de una película y le cuadré con la actriz. Hay pocas chicas que tengan disponibilidad y habilidades de especialista, pero lo peor es que hay mucha incertidumbre. Lo mismo no hay nada en meses que, de repente, te suena el teléfono y en una semana y media tienes que ir de Vigo a Cádiz y luego a Mallorca. Es muy intermitente, pero es a lo que me gustaría dedicarme porque te permite más tiempo libre que un trabajo normal”
Hasta la fecha, Mónica señala que ha rodado para series, anuncios y la película “Dime quién soy”, como doble de la actriz Amelia Garayoa. “La verdad es que mola mucho ver tu nombre en los créditos, es un mundo difícil, pero sí me gustaría seguir estando ahí".
Mientras suena el teléfono o no, la amante de la aventura también se defiende en otros ámbitos que van desde “la organización de eventos deportivos y de motor o los cursos de navegación”, un terreno en el que además de su propio curso para el copilotaje, también es reclamada por los equipos para mejorar a sus pilotos y copilotos.
“En las últimas semanas he llegado a dar hasta tres cursos. Tenemos desde la gente que está empezando hasta equipos ya experimentados. Les enseñamos desde lo esencial, como qué papeles son necesarios en las verificaciones administrativas y técnicas, cómo hacer la previa de una carrera, leer y comprender un ‘roadbook’, que es la herramienta principal del copiloto, hasta cómo mejorar la comunicación con el piloto, ¡e incluso recordarle que el piloto tiene que comer y beber! Que parece una tontería, pero hay veces que se nos pasa. Es una experiencia mucho más allá de tener en cuenta unos papeles”, añade.
Es este trabajo lo que le ha hecho abrirse su propio camino a pesar de tener consigo el apellido de su padre. Mónica confiesa que “mi apellido me ha abierto puertas, pero he tomado mi propio camino. Vale que puedes llegar ahí, pero tienes que ganártelo y trabajar para mantenerte. Yo creo que lo he conseguido pese a que pueda pensarse que copilotar a mi padre en el Dakar me quite valor. Al final, mi padre tiene una trayectoria brutal, pero hemos demostrado que podemos hacerlo bien, que somos competitivos. Es cierto que a nivel mediático queda bien lo de ‘padre e hija al Dakar’, pero no vamos a pasear, es la prueba más dura del mundo. Escogí hacerlo con mi padre porque creo que se merecía volver a correr y me apetecía hacerlo con él, ya tendré tiempo de hacerlo en proyectos diferentes”, declara Plaza.
Y es que de la misma manera que la historia detrás de la bellota que forma su logotipo, Mónica Plaza se abre paso como una deportista 360 siendo capaz de competir, pero también de potenciar su propia marca personal hasta conseguir el objetivo. “Sólo es campeón una persona y los que no lo somos, tenemos que enfocarlo de otra manera. Mi modo de explotarlo es mi forma de ser y cómo lo transmito”. Así, la conquense visualiza retos tan apasionantes como su participación en el Silk Way Rally (una dura carrera por Rusia, Mongolia y China) o la Klass Mark de Girona en bicicleta. Unas metas a las que ha añadido su incorporación al equipo Avatel con el que correrá como piloto el Campeonato de España de Todo Terreno, sumando así otras experiencia más de "aventura y competición" a su amplio historial.
