El escritor Eduardo Galeano definía a la figura del arquero, o más comúnmente denominado como portero, como “mártir, penitente o payaso de las bofetadas”, a la par que solitario (sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento) aguafiestas (pues era el que evitaba la fiesta del fútbol, el gol) e incluso culpable, pues “con una sola pifia, el público olvida súbitamente todas sus hazañas y lo condena a la desgracia eterna”.
Una figura de especial reconocimiento en el campo y es por eso, que en los años recientes, la figura del preparador de porteros gana peso en cualquier estructura deportiva que quiera consolidarse de manera profesional, al igual que, si la temprana enseñanza del balompié está condicionada siempre a cómo moverse con el balón, como chutar, como regatear, ¿por qué no iba a tener que haber enseñanza para un elemento tan necesario, a la par que importante en el terreno de juego, como el portero?
Así lo entendió el entrenador de porteros Jaime Pérez ‘Lechu’, que en su trayectoria por demostrar la importancia de los porteros en el juego y el trabajo por su perfeccionamiento sabe lo que es ser tachado por los adjetivos que señalaba Galeano, pero que a base de su cabezonería ha conseguido meterse en la élite de la pedagogía del guardián del arco en el balompié.
Ya fue pionero cuando se convirtió en uno de los 72 formadores de porteros licenciados por la Real Federación Española de Fútbol, a la par que creaba bajo su manto la escuela de porteros Azero Cuenca, que con apenas unos años de vida ya ha pulido talentos como los de Álvaro Castellanos (fichado por el Rayo Majadahonda) o Cristina Portilla (formado en el Pozo de Las Nieves y que ha continuado sus pasos como guardameta en el Valencia CF).
Ahora, el nieto del fundador de la Unión Balompédica Conquense ha logrado ser seleccionado junto a otros 23 candidatos para desarrollar el curso de UEFA Goalkeeper B, para conseguir la titulación necesaria y reconocida no sólo en las divisiones de carácter nacional, sino también el acceso a todas las competiciones adscritas a la UEFA.
"Si el portero es una figura especial en el campo, también debe serlo su entrenamiento”Sus revolucionarias técnicas al igual que su metodología particular, siempre bajo el lema de ‘Trabajo y más trabajo’ a la que aplica con constancia a sus alumnos, este preparador de porteros conquense continúa su labor en el C.D. Teruel, a las órdenes del antiguo técnico de la Balompédica, César Laínez, que le ofreció formar parte de staff técnico al ver la labor que realizaba con los guardametas en Cuenca.
El cambio de aires no ha hecho sino contrastar lo que ya había hecho en sus anteriores etapas, puesto que el conjunto turolense es uno de los menos goleados de todos los grupos de la Tercera División, con sólo 9 goles encajados en 20 partidos. Todo un trabajo que no ha pasado desapercibido para la marca HO Soccer, con la que ‘Lechu’ empezará a trabajar en las próximas fechas.
AZERO PORTEROS
A pesar de su labor como entrenador de porteros lo mantiene en tierras aragonesas, en Cuenca, la escuela Azero Porteros continúa su trabajo con los futuros guardametas desde las categorías más jóvenes de la mano de Pedro Fernández, preparador de porteros del San José Obrero, y Daniel Herraiz, portero del CD Balona Conquense. La base es la misma: “Se trabaja en el aspecto tanto físico, táctico, técnico y mental del portero, tenemos en la cabeza que entrenar a los porteros es hacerles 200 tiros a puerta y listo y eso no es así. Se trabaja postura corporal, reflejos, posicionamiento, dirección y comunicación al resto de jugadores, porque el portero tiene que asumir esas responsabilidades como jugador que lo ve todo, y al ser una figura en el tablero especial y fundamental, su entrenamiento debe serlo en proporción”, defiende Jaime.
Así, los alumnos de esta fábrica de cancerberos de gran proyección (su última alegría fue Maria Rubio, portera seleccionada por la FFCM)mejoran día a día bajo ejercicios que poco tienen que ver con los disparos a puerta, tal y como explica Pedro: “Utilizamos desde pelotas de tenis, para mejorar la coordinación ojo-mano del portero, a balones de rugby, porque al tener un bote imprevisible por su forma, obligan al portero a tener buenos reflejos y a responder rápido o revertir una decisión inicialmente tomada”.
A este tipo de técnicas se añaden las que se han podido ver en sesiones de Pérez en su pasada temporada en el Conquense, con ejercicios con puntero láser, neumáticos, mesas para dificultar la visión de campo o estructuras de madera y rampas que simulan distintas situaciones de juego real. Toda una serie de prácticas utilizadas por los guardametas profesionales que se practican en Cuenca desde las primeras edades para así mejorar la calidad en el juego y crear toda una cantera de arqueros conquenses de gran calidad.