El Rebi Cuenca obtiene su segunda victoria en la Liga Plenitude en un partido que ha sido muy igualado, muy intenso y muy bonito de ver para el aficionado. Tanto el Rebi como el Huesca son equipos en construcción esta temporada, por lo que el encuentro ha servido para medirse las fuerzas.
El partido, que se celebraba con la resaca matea y a una mala hora para ser domingo, congregó a un gran número de aficionados que pudieron disfrutar y sufrir por partes iguales con el equipo conquense. José Francisco Nolasco y Lidio Jiménez volvían a medir sus capacidades técnicas, esta vez con sendos equipos en proceso de renovación y con el hándicap para Nolasco de jugar además contra la Furia Conquense, que apretó de lo lindo, sobre todo en la segunda parte.
El trepidante partido que se esperaba en El Sargal no defraudó, ya que se pudieron ver grandes jugadas del Rebi Cuenca en ataque, aunque, bien es cierto que defensivamente sufren muchos altibajos, lo que le ha llevado a encajar 5 goles desde los 7 metros durante la primera mitad.
No fue una primera parte especialmente rápida, porque ambos equipos estaban soberbios en defensa y eso hacía que los goles no entraran rápido; de hecho, hubo que esperar casi 3 minutos para ver el primero. M. Malo inauguraba el luminoso para el Bada Huesca.
Con el melón abierto, reaccionó rápido Fede Pizarro para marcar el empate, tónica que iba a repetirse todo el partido: tan pronto se adelantaba uno, empataba el otro y viceversa. Ninguno de los dos equipos ha sido capaz de marcar diferencias, no solo en el primer tiempo, sino en todo el partido.
Rudolph Hackbarth fallaba en el minuto 7 un gol solo ante el portero del Huesca, Daniel Arguillas, que se marcó un partidazo con 10 paradas espléndidas. No estuvo menos soberbio el luso Tonicher, que logró parar 8 goles decisivos para el Rebi.
Los goles desde los 7 metros y las exclusiones por parte del Rebi fueron los protagonistas de la primera parte. Los de Lidio jugaron hasta en 4 ocasiones en inferioridad numérica y, a pesar de ello, hubo momentos en los que no solo no recibieron ningún gol, sino que lo marcaron.
Al borde del final de la primera parte, dos tiempos muertos, uno para cada equipo, buscaron sorprender al rival, y la tuvieron los de Lidio Jiménez, pero un fallo en ataque y una falta de 7 metros en defensa llevaron al Bada Huesca a irse uno por encima al descanso (17-18).
La segunda parte empezó más intensa, con un Huesca atacando muy duro, situándose 3 goles por encima del Rebi Cuenca (17-20), sumado a una nueva exclusión de Alex Pozzer por protestar, lo que hacía que el partido se complicase. Sin embargo, los hermanos Pizarro, Pozzer y Rudolph Hackbarth establecieron la igualdad en el marcador.
No sería hasta la mitad de la segunda parte cuando un gran Sergio López ponía por delante al Rebi con un gol desde el extremo y permitía a los locales soñar con dos victorias seguidas en el inicio de temporada.
Pero un error en ataque primero, el noveno penalti pitado a favor de los visitantes y un sublime bloqueo de la defensa del Huesca después propiciaron que volviera a igualarse la contienda. 27-27 en el minuto 18 y tiempo muerto solicitado por el Huesca.
El partido estaba tan igualado que cualquier detalle hacía palpitar los corazones conquenses. Así, en el minuto 29 y 18 segundos, Fede Pizarro fallaba el 7 metros que iba a poner al equipo conquense dos por encima. Menos mal que el balón seguía en posesión del Rebi y la jugada finalizó en gol, porque el Huesca respondió rápido y conciso, poniendo el 35-34 a falta de 7 segundos para la bocina final.
Buen resultado de los de Lidio en un partido en el que se han visto cosas buenas y cosas que se intentarán mejorar el viernes que viene ante el Benidorm, pero que deja buenas sensaciones en este inicio liguero.