Fantástica velada la que se vivió en la tarde-noche del sábado y que presentó una gran entrada en el Polideportivo El Sargal. Los combates hicieron las delicias de un público que se entregaba a cada golpe y que, por supuesto, se volcó con los púgiles locales. Pablo Jiménez y David García ganaron sus respectivos combates, mientras que Juan Tovar no pudo ponerle la guinda a la noche tras detenerse el combate en el primer asalto al recibir un par de golpes peligrosos.
La velada comenzaba con un animado combate entre Iker Cachón, del Fight Club Albacete, y George Graham, del Boxer Club Málaga. Acabó con victoria del primero en un buen calentamiento para el resto de la jornada.
En joven -63 kg llegaba el triunfo del local Pablo Jiménez –Gipsy Team- ante Pablo Galey. Brutal apoyo el que tuvo el conquense por parte de la grada, creciéndose poco a poco y acabando de manera inmejorable. Ricki León, desde Denia, ganaba en el tercer asalto por abandono de Felipe Larrondo –Boxer Club Málaga-.
Kike “El Patrón” García, que se presentaba orgullosamente con una camiseta del Albacete Balompié, ganaba en su combate Élite -60 kg ante Sebas Guerrero, de Málaga.
El combate femenino enfrentó a Stephanie Sangou –Fight Club Albacete- y Luna María Hurtado, resultando en victoria de la primera tras un combate muy entretenido y de buen nivel. Posteriormente, Yulian Klykotskyy se medía a Álex “El antequerano” Ruiz con triunfo de este último. El castellonense Carles Robles y Diego Karsimiov se enfrentaban en Élite -70, con victoria del último.
Estallaba El Sargal con el penúltimo combate que enfrentaba al conquense David García –Gipsy Team-, que llegaba con 11 victorias en 12 combates, a un valiente Juan “El carranqueño” Rivas que, valientemente, aceptaba un combate que nadie quería. De nuevo, el púgil local tuvo un gran apoyo, y el combate acabó de manera favorable para el joven García, que compite en júnior.
Llegaba finalmente el combate profesional que tenía a Juan “El monarca” Tovar y a Álex Barros, de la Vieja Escuela –Vigo-. Tras unos buenos primeros tanteos por parte de ambos, el conquense recibió un golpe franco en el primer asalto. Difícil de determinar por la velocidad de la pelea, parecía a primera vista que pudo ser en la zona lateral de la cabeza, entre la mandíbula y la oreja. Algo aturdido, ya que la pelea no se detuvo, recibió alguno más. Cuando finalmente se detuvo y el árbitro evaluó al púgil, se valoraba no continuar con el combate pese a que Tovar parecía que podía continuar. Así acabaría siendo, produciéndose un descontento generalizado en un Sargal que clamaba contra lo ocurrido. A pesar de esta fría despedida, ya que el combate duró muy poco, se despidió Tovar del ring con un sonoro aplauso de las gradas, agradeciendo el esfuerzo y entendiendo que en el deporte pasan estas cosas, máxime en algo tan impredecible y arriesgado como lo es el noble arte de boxear.
Como conclusión, se pone de nuevo de relieve que el boxeo tiene cabida para los conquenses –por el nivel mostrado de los púgiles- así como para Cuenca –que llenó el pabellón para disfrutar de la tarde-noche-.
