Hay días con suerte y días sin suerte, y al San José le toco este domingo un día sin suerte. Frente a un rival que no creó prácticamente ningún peligro, no fue capaz de llegar al área contraria con el acierto suficiente para hacer gol. Y uno de los culpables fue Antonio, el portero del Horche, que se convirtió en el héroe de su equipo.
En los prolegómenos del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la abuela de Iván Aceñero. El partido empezó con gran presión del equipo rojillo.
La primera parte transcurrió sin ocasiones claras obreristas pero con un control total del esférico. Alonso gozó de dos ocasiones, una desbaratada por Antonio y en la otra el balón salió por encima del larguero. El Horche dio un pequeño susto en el minuto 40, con un córner que casi acabó en gol olímpico .Así se llego al final de los primeros cuarenta y cinco minutos.
En la reanudación el decorado cambió. El San José salió muy enchufado y, ya en los primeros cinco minutos, aviso con varios remates que fueron desbaratados por la defensa alcarreña.
En los siguientes minutos, el Obrero gozó de sucesivas ocasiones de gol, que el portero rival se encargó de solventar con mucho oficio, tanto a Alonso como a Cristian, Diego y Sahuquillo. Todos los intentos locales se encontraban ante el férreo muro defensivo de un Horche encerrado en su campo, que intentaba contras sin ningún futuro.
El tiempo transcurrió sin que el San José fuera capaz de marcar gol y el Horche arañó un punto sin hacer prácticamente nada.
