El San José Obrero que la semana pasada se reencontraba con la victoria buscaba esta semana mantener la racha y seguir sumando para escalar un poco en la clasificación, pero a pesar de que el equipo ha sido superior al rival solo han conseguido un empate a 1.
El partido que enfrentaba esta mañana al San José Obrero y al Atlético Teresiano ha suscitado mayor interés por los problemas que presenta el club rojillo para poder jugar este partido en su feudo que, por el juego en sí, que ha sido frio y falto de intensidad, aunque bien es cierto que el San José ha sido dominador claro del encuentro teniendo varias para llevarse los tres puntos.
El equipo rojillo ha comenzado dominando el partido, teniendo varias oportunidades para marcar desde la banda izquierda y otras tantas desde la banda derecha. Balles protagonizaba varios acercamientos al área rival que no se materializaron porque los centros terminaron siendo malos y porque el San José adolece de perdonar mucho y eso al final termina pasando factura.
Pero a la tercera fue la vencida y después de dos avisos, Balles optó por no centrar, hacer jugada individual y adelantarse el balón para marcar un golazo en el minuto 15 del primer tiempo. Imparable para el guardameta visitante.
La ventaja en el marcador calmaba un poco los ánimos de la directiva, que estaba tensa por la por la falta de vestuarios para que los árbitros y jugadores pudieran cambiarse dignamente y porque se sienten perjudicados, no solo por la fecha para las obras que se están acometiendo en su feudo, sino por la falta de otros campos para que ellos puedan jugar en la capital conquense. Sin embargo, el Atlético Teresiano, ajeno a los problemas del obrero reaccionó al gol y empezó a apretar mucho en el centro del campo, evitando el dominio del San José y robando balones que pusieron nerviosos a los rojillos y les obligaron a cambiar un poco su estilo de juego.
El gol del empate fue más demerito de los obreros que mérito de los visitantes, ya que un fallo garrafal en la defensa, fruto de los nervios, propició un penalti ante el que Mantecón poco pudo hacer.
El partido llegó al descanso con los jugadores y los espectadores pendientes del aire, ya que los focos se movían de manera peligrosa, menos mal a que en la segunda parte las circunstancias climatológicas dieron una tregua para poder disfrutar del partido con tranquilidad.
Pero de futbol había poco que ver, ni unos ni otros pusieron mayor contundencia al partido y fue convirtiéndose en monótono y falto de interés. Dominó el Obrero, pero sin llegar a portería con peligro, se quedó sin ideas que rompieran con eficacia de la defensa rival y amansó el balón en el centro del campo para no correr mayores riesgos. Al Atlético parecía que le valía con llevarse un punto en esta jornada, porque salvo una ocasión aislada que se marchó desviada por el larguero, los Teresianos no llegaron a puerta en toda la segunda parte y le dejaron al Obrero llevar la voz cantante del poco juego que se estaba viendo. El obrero mereció más en este partido porque tuvo muchas ocasiones para ampliar la ventaja y llevarse los tres puntos, sin embargo en el futbol perdonar se paga muy caro y el San José lo sabe muy bien.
Poco fútbol y ambiente enrarecido en un estadio, el de las 500, que suele ser un campo alegre y con mucha pasión futbolística. La semana que viene se enfrentaran a domicilio al UD Carrión que está décimo en la clasificación y con una trayectoria al alza que el Obrero intentará cortar.