Se esperaba con preocupación la visita del Manzanares. Líder destacado de la categoría y con sólo cinco goles en contra en lo que va de temporada, era un rival duro para la parroquia rojilla. Sin embargo, el San José le plantó cara durante todo el encuentro celebrado este sábado.
A pesar de la tarde lluviosa, gran ambiente en la grada con numerosa presencia de aficionados manzanareños. El primer tiempo se desarrolló con presión alterna de los dos equipos que generaron un par de ocasiones en cada área sin consecuencias. El San José conseguía limitar el acoso del Manzanares a base de presión constante.
De cualquier modo, se notaba la veteranía y la diferencia de físico, ya que el equipo manchego es un portento físico, con jugadores de la talla del exbalompédico Antonio. Aunque se llegó al descanso con un empate a cero que hacía justicia a los méritos de cada equipo.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Mucha presión manzanareña que la defensa supo quebrar con mucho tesón. Especialmente Semprún sabía ver cuál era la pelea y sacaba los balones lejos del territorio de Iván Aceñero. Pero la mayor calidad del rival propició el gol de la derrota. Visto que no llegaban con claridad al área rojilla, Cielo lanzó un espectacular disparo desde el lateral izquierdo fuera del área que cruzó al poste derecho de la portería obrera. Gran gol que supuso un mazazo para los de casa. Estuvo tocado el equipo unos minutos y el resto del encuentro fue un quiero y no puedo puesto que el Manzanares se cerró muy bién y aún salía a la contra con cierto peligro.
Buen partido el visto en el poblado Obispo Laplana con un Obrero que quizás mereció algo más pero que sucumbió ante un rival más poderoso física y técnicamente. Aún así, el equipo está en la buena línea
