Con muchas ganas y emoción, tal y como comentaban los jugadores antes del encuentro, ha vuelto la sección masculina del Rugby A Palos. Tras dos años de inactividad, un grupo de comprometidos jugadores ha vuelto a hacer volar el balón ovalado en el Campo Cristina Martínez, donde se han medido al Rugby Guadalajara en un amistoso. Aunque el resultado, 5-47, no ha sido el esperado, deja ver los brotes verdes de este renacido A Palos que busca seguir poniendo al rugby en el mapa de la ciudad.
A punto estaría de ensayar Guadalajara en la primera jugada del partido como muestra del potencial visitante. El asedio alcarreño durante la primera mitad fue constante, resistiendo como podía un A Palos que, como cabía esperar, todavía requiere de un mayor rodaje competitivo ante un Guadalajara que sí lo hace regularmente –este amistoso se ha programado tras cancelarse un encuentro de su liga-.
Consiguió ensayar el cuadro morado en varias ocasiones, sobre todo en el ala izquierda. El visitante Daniel aprovechaba las transformaciones para engrosar el marcador de un Guadalajara que se marchaba 0-28 al descanso.
Mejoraron los jabatos en una segunda mitad en la que los guadalajareños seguían llevando la batuta, si bien encontraban más dificultades para penetrar la línea de un A Palos mucho más ordenado. Con el paso de los minutos conseguirían ensayar en un par de ocasiones, aunque la insistencia del equipo conquense también encontró su recompensa con una buena jugada colectiva que culminaba Jonathan.
Más allá del contundente resultado, la buena noticia recae en la vuelta a la escena competitiva del A Palos, que está sentando las bases de un proyecto más grande en el futuro y para el cual requiere de más jugadores, por lo que invitan a interesarse por el deporte. Seguirá trabajando el club conquense para volver a los buenos tiempos en los que competía federativamente, y partidos como este son el camino para ello.