El resultado era lo de menos para el Rugby A Palos, que hoy celebra que este noble deporte sigue teniendo su hogar en Cuenca. Después de tres años sin competir de manera federada, el primer plantel masculino ha vuelto a la competición –Tercera Territorial Valenciana- para disputar la segunda vuelta. Lo han hecho ante el AKRA en un choque que los alicantinos se han llevado por 60 a 24.
14 comprometidos jugadores se presentaron para jugar un 13 vs 13 –el rugby se disputa a 15, si bien se han permitido excepciones para equipos que no puedan rellenar la convocatoria de 15- ante este rival con pasado en División de Honor e incluso en el rugby semi-profesional.
“Fue increíble, todavía se me corta la voz de la emoción”, transmite Jair Ruibal, entrenador del equipo, recordando estos duros años en los que se ha puesto seriamente en duda la continuidad del rugby en Cuenca. Hoy, sin embargo, ve cómo este comprometido grupo ha luchado con todo. “El simple hecho de competir ya era una victoria”, asegura.
La superioridad física y técnica del AKRA era palpable, si bien el A Palos no se arrugó en ningún momento y mostró una garra y espíritu de lucha que sorprendió a los locales, quienes felicitaron –afición incluida- a los conquenses por el partido propuesto. “No podían creer que la mayoría eran chicos que llevaban menos de un año jugando y que el 75% de la plantilla era debutante en competición”, transmite Ruibal. El 60-24 quizás no refleje la entrega mostrada por los conquenses, que compitieron de tú a tú en muchos tramos.
Sin embargo, el técnico argentino insiste en que el resultado era lo de menos y que lo importante era contar con un grupo de chicos comprometidos con el rugby y con su ciudad. “Felicidad pura”, concluye Ruibal, quien estará junto con el A Palos el próximo fin de semana en el Cristina Martínez para actuar como locales.
