Rober Gutiérrez, entrenador de la UB Conquense, ha valorado en rueda de prensa la trascendental victoria que han conseguido los suyos ante el Calvo Sotelo Puertollano. El almeriense aboga por seguir con los pies en el suelo, aunque celebra por otra parte que el equipo esté empezando a ver los frutos de su esfuerzo.
El míster declara que el equipo no trabaja más ni mejor que antes, siendo la dinámica una de las razones para que hayan ganado mucha confianza e estas últimas jornadas. Con la victoria ante el Calvo Sotelo, un equipo hecho por y para el playoff según sus palabras, les hayan mirado a los ojos y dicho “en esta mesa queremos comer nosotros”.
Y bien sabe que para comer en la mesa de los playoffs no les vale con especular. Es por ello que valora el buen trabajo en bloque medio y bajo de los suyos, manejando bien las distancias y sin conceder prácticamente a lo largo del partido, sobre todo en la primera mitad. Les ha condicionado, comenta, la lesión de Oliva, “posiblemente el mejor lateral derecho del grupo”.
En la segunda mitad, por orgullo, los puertollanenses han ganado terreno, aunque Gutiérrez apunta que tampoco ha identificado un progreso en su juego ni situaciones de peligro o ataque organizado que les hayan hecho dudar. Aunando los blanquinegros las situaciones más claras para el 2-0, declara que ha sido una victoria justa.
El lavado de cara que ha mostrado el equipo en las últimas jornadas no engaña al míster, que aboga por hacerle saber a los chicos que todavía queda mucho. “El grupo es una barbaridad. Pies en el suelo, ser más humildes que nunca y no creer que hemos hecho algo”, destaca el entrenador.
En cuanto a otros detalles del partido, Gutiérrez ha recalcado la importancia de tener una referencia arriba como lo es Miguel Fuentes, capaz de desatascar el partido cuando su equipo más lo necesitaba. “Está trabajando bien, ha hecho un derroche físico muy grande”, declara.
Otro de los puntos que ha sido puesto en tela de juicio son las decisiones arbitrales. Remarcando que entiende la complejidad de la labor de los colegiados, encuentra varias situaciones que “me dejan mosqueado”. Nombra entre ellas la amarilla a Elian en su primera falta o las acciones cometidas sobre Fran Oller que se saldaron sin amonestaciones. Con respecto al polémico gol anulado a Yuya ha preferido no mojarse, ya que no había visto la repetición y desde su posición no llegó a ver la acción con el detalle que merece, si bien le extraña que sea su jugador el que acabe con amarilla.