La UB Conquense no pudo dejar los tres puntos en casa en el partido que les medía al Tenerife B. Los últimos minutos del encuentro volvieron a ser poco propicios para los blanquinegros, al igual que ocurrió en la primera jornada. Rober Gutiérrez, técnico de la Balompédica, ofrecía sus impresiones minutos después.
Analiza que ha sido un partido muy exigente ante un duro rival cuyas virtudes han minimizado. En la primera parte, señala, han querido imponer un ritmo muy alto, gastando mucha energía, atacando espacios y hundiéndolos con balón. “La renta de un gol no sé si es injusta, pero sí algo escasa”, reconoce Gutiérrez. En la segunda se creció un Tenerife que “también juega” y que lo hace a través de un estilo muy directo, lo que condiciona mucho el encuentro. “Te deja un sabor agridulce, pero estoy con las mismas sensaciones que si hubiéramos ganado”, declara el míster, en alusión a que, a pesar del infortunio del rebote en la barrera que provocó el gol, este es el camino a seguir por los suyos, tal y como les transmitía después del encuentro.
“Si la falta no pega en la barrera ganas tres puntos y todo parece bueno”, declara el almeriense, recordando que en el Tenerife B hay jugadores de la talla de Moha Ramos o Alassan –quienes alternan con el primer equipo- y Óscar Castro, internacional con España.
También ha influido en el bajón físico la inesperada ventana que ha requerido la lesión de Kain, quien tiene unas molestias en la rodilla pendientes de analizar. Sina también recibió un golpe, pero espera “que no sea nada”.
A pesar de las buenas sensaciones, el Conquense lleva un punto en el casillero, lo que no preocupa a Gutiérrez ahora mismo. “Hay que pulir detalles, decidir mejor en las transiciones… pequeños detalles que pueden hacer que te pongas 2-0 y mates el partido”, matiza el técnico, quien recuerda que se han medido hasta ahora a dos grandes rivales y que este año “no hay quesitos ni Cenicientas”.