El Club Deportivo Huécar ha sumado a sus filas una entrenadora de lujo: al ya experimentado cuerpo técnico se le suma la experiencia de Artemi Gavezou, ex gimnasta y medallista olímpica en Río 2016. La bicampeona del mundo compartirá su experiencia con las jóvenes gimnastas del club, que pueden aprender ahora de una auténtica figura del deporte nacional.
El contacto con el club surgió a través de Natalia Arias, presidenta del CD Huécar. “Me contó la situación y que quizás necesitaban cierta ayuda. Me preguntó si me apetecía venir y, al cuadrar agendas, acepté encantada de poder ayudar en lo que pueda y transmitir mi experiencia a las chicas”, explica Artemi, quien destaca la ilusión con la que ha afrontado este reto.
Enfocada a la enseñanza desde 2019, la transición de roles –de gimnasta dentro del tapiz a entrenadora– no es ni sencilla ni inmediata, aunque Gavezou ha encontrado una nueva pasión en esta nueva faceta. “Es bastante entretenido, aunque sea complicado cambiar el chip y recordar cómo fueron mis inicios. Estoy muy contenta y yo también aprendo mucho a través de las niñas cada día”, cuenta la medallista olímpica, que tiene muy en cuenta en su faceta educativa que cada persona aprende de manera diferente, por lo que es importante “saber detectarlo y transmitirlo”. Hace 8 años estaba en los mejores escenarios del mundo y hoy transmite este saber a las pequeñas conquenses, que disfrutan los fines de semana de unas sesiones muy especiales.
El trabajo con las jóvenes del CD Huécar abarca múltiples aspectos, desde la técnica básica y la postura corporal hasta la complejidad del manejo de los aparatos, tal y como cuenta la entrenadora. “Cada niña tiene su categoría y edad, y los aparatos cambian. Estamos trabajando desde la base, siempre adaptándonos al código de puntuación que todas tienen que cumplir”, comenta la entrenadora.
“Lo importante no son las medallas ni las posiciones, sino decir: ¿Me he superado a mí misma? Pues estoy contenta”MENTE ANTES QUE CUERPO
Además del apartado técnico, en el cual puede aportar grandes cosas, una deportista de su talla, con experiencia en grandes escenarios, también tiene mucho que contar a la hora de preparar la cabeza para enfrentarse a 90 segundos en los que tienen que plasmar el trabajo de años. “Es bastante complicado, es quizás injusto trabajar tantísimo y que se vea tan poco el trabajo hacia fuera”, lamenta Artemi, que por otra parte tiene claro el mensaje que le lanza a las niñas. “Que disfruten de todo lo trabajado porque en el peor de los casos vas a hacer tu peor entrenamiento, por eso es importante esforzarse al 100%. Y también tener confianza en ti mismo”, precisa.
No obstante, y más allá del aspecto competitivo, Gavezou tiene claro que quiere transmitir algo más. “Lo importante no son las medallas ni las posiciones, sino decir: ¿Me he superado a mí misma respecto a la competición anterior? Pues tengo que estar contenta. También reflexionar sobre los errores, respetar a las entrenadoras, las compañeras y la opinión de las juezas. La disciplina y la constancia son fundamentales, y si no vienes a entrenar, no puedes esperar buenos resultados”, aprecia.
Artemi formó parte de ‘El Equipaso’ en los Juegos Olímpicos de Río 2016, inolvidable generación que consiguió la primera medalla olímpica para la gimnasia rítmica española desde que ‘Las Niñas de Oro’ lo consiguiesen en Atlanta 96. Recordando este logro, la joven declara que a este conjunto le tomó un tiempo comprender la magnitud del logro que habían conseguido. “Fue muy difícil, cuatro ejercicios sin ningún fallo en una competición con mucha presión donde no te puedes permitir ni uno. Todas nos hicimos una burbuja y fuimos a hacer nuestro mejor entrenamiento. Fue muy importante y me doy cuenta años más tarde”, reconoce la gimnasta, que hoy puede echar la vista atrás y ver un palmarés lleno de logros.
Por otra parte, tan solo unos días antes había estado en Cuenca su compañera de equipo Lourdes Mohedano, quien reflexionó junto con otras deportistas sobre el papel de la mujer en el deporte, donde todavía queda por avanzar y derribar tabús, tal y como refrenda Artemi. “Un tema importante es el periodo en la mujer, afecta mucho y hay días en los que no eres tan flexible, estás mucho más cansada, te hinchas… nadie lo tiene en cuenta. Lo mismo en la maternidad, en gimnasia no puedes parar 9 meses. Si queremos alargar la edad de las gimnastas en este deporte es importante que se tomen en consideración”, reivindica.
