Cambio a los mandos del banquillo del CD Quintanar del Rey: tras la etapa de José Luis Encinar, es Ricardo Fajardo quien asume el puesto de entrenador. Con poco tramo de liga regular por delante, el equipo verdiblanco tratará de conseguir ese soñado ascenso que se ha resistido durante las últimas temporadas.
El míster declara que afronta esta nueva etapa con responsabilidad y consciente de dónde está, aunque lo hace también ilusionado ante la “gran oportunidad” que supone entrenar al CD Quintanar del Rey. Es imposible obviar que, a falta de dos meses para darse por finalizada la liga regular, no llega en el momento más idóneo desde el punto de vista de un entrenador, que siempre desea conformar su grupo y trabajar su modelo desde el principio. “Tenemos que priorizar los contenidos a trabajar para buscar el equilibrio entre la idea que manejamos el cuerpo técnico y las características de los jugadores con la idea obvia de sacar el máximo rendimiento al talento individual que este equipo tiene”, declara Fajardo. Y es que, aunque ha tenido poco tiempo para ver a su nuevo equipo en acción, valora positivamente estas primeras sensaciones. Destaca que en Villarrubia se vio a un equipo “organizado, serio defensivamente y que prácticamente no concedió peligro excepto a balón parado”. Especial énfasis le pone, como no puede ser de otro modo, a la delantera del equipo, aludiendo que las estadísticas de goles a favor están ahí.
El Quintanar, en la quinta plaza de la clasificación, sigue soñando con el ascenso a 2ª RFEF que tanto se ha resistidoUN NUEVO JUEGO
Fajardo declara que quiere un equipo versátil y que sea capaz de adaptarse a las circunstancias, aludiendo a los ‘minipartidos’ que tienen lugar a lo largo de los 90 minutos. “Habrá situaciones donde el equipo tendrá que hacer un juego más directo, otras en las que nos manejemos mejor en defensa y contraataque y otras en las que construyamos el juego desde atrás”, augura el técnico. Por otra parte, reconoce que le gustan los equipos dominadores que juegan en campo contrario y que sean intensos sin balón.
En cuanto a la meta, asevera que, a pesar de que quedan solo siete partidos, no se pueden distraer pensando en objetivos a largo plazo. Reconoce que su tarea pasa ahora, también, por levantar los ánimos del equipo, ya que “se han creado expectativas de alcanzar el primer puesto y ahora los jugadores se ven lejos”. No obstante, y a pesar de que los resultados más recientes les han bajado de la carrera por ese liderato que otorga el ascenso directo, pone de relieve el puesto que sigue ostentando el Quintanar: “Los jugadores están en playoffs, es una situación privilegiada en la que a muchos equipos les gustaría estar. Tenemos que darle valor”, recuerda.
También apunta que con su trabajo diario intentará llegar a este último tramo con buenas sensaciones que les reafirmen en el principal objetivo, que es el ascenso. No obstante, no piensa en eso ahora: “Iremos hasta donde nos llegue, y estas últimas jornadas indicarán lo que nos merecemos y lo que no nos merecemos”, asegura.
Fajardo apuesta por el “partido a partido” y que sea la clasificación la que determine dónde están a final de cursoSu primera parada en las siete finales que restan será el partido de este fin de semana, el cual les enfrenta al Talavera de la Reina B. Lo califica como un “partido trampa”, recordando que conoce las características de los jugadores de un filial en alusión a sus años en el segundo equipo del Albacete Balompié. Aunque lleva poco tiempo al mando del banquillo verdiblanco, tiene claro que las sorpresas están a la orden del día en la Tercera RFEF: “No estamos en situación de relajarnos porque cualquier equipo que no tiene el ritmo de juego adecuado, pierde, como se puede ver semana tras semana”, manifiesta. Teniendo todo esto en cuenta, encara este partido con la ilusión de brindarle no solo los tres puntos a la afición, sino también una razón más para que se enganchen y “nos lleven en volandas”.
Ya sabe Fajardo que el feudo quintanareño aprieta, ya que le ha tocado vivir la experiencia de San Marcos, pero en calidad de visitante durante sus años en el filial albacetista. Pero también entiende que este apoyo se lo tendrán que ganar: “Depende de nosotros que la afición esté enchufada, tenemos que transmitirles emoción y que vean a un equipo que se entrega, que no da un balón perdido y que juega con criterio. Estoy deseando que esa conexión entre equipo y afición sea positiva”, espera Fajardo.