Un reto que puede acabar en Guinness
Superar sus propios límites es el objetivo que se ha marcado Josué Jaime Caparrós. Este joven de La Solana (Ciudad Real) ha comenzado 2025 con un reto en el que diariamente añade cien volteretas (o backflips en inglés) a las realizadas el día anterior. Un desafío que se ha propuesto llevar a cabo hasta que su cuerpo aguante.
Tras estar en diferentes partes de España, desde el 17 de enero se encuentra en la capital conquense, donde permanecerá hasta finalizar su reto. Desde el inicio del desafío, ha realizado un total de 1.800 backflips. Para ello, utiliza las instalaciones de Planeta Movimiento, una escuela lúdica y deportiva de la capital que le ha cedido el espacio necesario para esta hazaña. Se muestra muy agradecido con ellos por acogerlo en sus instalaciones. Allí reside como interno y cuenta con las herramientas necesarias para cumplir su objetivo. En este espacio duerme y convive hasta la hora de iniciar su desafío, en el que llega a pasar más de 8 horas seguidas realizando este ejercicio, prácticamente sin descanso.
Carlos García del Castillo, administrador de la empresa Planeta Movimiento, admite que tener a Caparrós es un “regalo” porque, a través de este reto, está consiguiendo difundir un mensaje “muy poderoso y que puede ayudar a muchas personas”. En este sentido, destaca que el perfil de Caparrós se identifica completamente con los valores que promueve este espacio lúdico-deportivo.
Caparrós cuenta con un equipo completo de médicos que revisan diariamente su estado físico para garantizar que pueda continuar con el reto en condiciones óptimas. “Evidentemente, la salud está por delante, y nosotros seremos los primeros en ponerle límites si vemos que corre peligro”, subraya.
Para llegar al mayor número de personas posible, comparte contenido relacionado con el reto a través de sus redes sociales y retransmite en directo su desafío diario desde que comienza hasta que lo termina, sin importar la hora del día. Bajo el nombre de usuario ‘Brosjaca’, acumula cerca de 40.000 seguidores en Instagram y ha llegado a registrar hasta 6.000 personas conectadas simultáneamente en sus directos.
Especializado en entrenamientos de fuerza, ha dejado su trabajo para centrarse de lleno en este reto, con el que, “de momento”, se siente con fuerzas para continuar. “Es fluctuante: hay días en los que te encuentras bien, pero puede que en 20 minutos estés fatal”, explica. En esos momentos de flaqueza, recuerda a las personas a las que inspira con sus vídeos y su mensaje de que “cuando se complican las cosas, puedes verlas como un problema o como una oportunidad”. Pensar en sus seguidores, con sus distintas circunstancias, le ayuda a verse capaz de afrontar este desafío. Con esta prueba, más allá de explorar sus propios límites, desea motivar a otras personas con su ejemplo. Superarlo, admite, sería "algo histórico", y alcanzar una cifra elevada supondría "una gran satisfacción y un síntoma de crecimiento personal".
El reto, por el momento, no está siendo supervisado por ningún representante del Libro Guinness de los Récords, una obra anual que recoge distintos récords oficiales. La marca mundial establecida para el mayor número de volteretas hacia atrás es de 1.001, un récord que espera batir. En el futuro, cuando concluya esta experiencia, tiene previsto realizar un evento público, frente a una gran audiencia, en el que intentará el mayor número de backflips en 24 horas, bajo la supervisión de un representante del Libro Guinness de los Récords, para que quede registrado oficialmente. “Pienso que puede ser un evento muy llamativo y que se podría lograr algo histórico, dando además renombre a Castilla-La Mancha al demostrar que una persona de la región ha sido capaz de conseguirlo”.
Reto anterior
Este desafío surge de un reto anterior, en el que realizó una voltereta diaria durante todo un año. Inspirado por un argentino llamado Gero Arias, quien llevó a cabo un desafío similar con dominadas, Caparrós decidió embarcarse en su propia aventura. El impulso de una amiga fue el paso definitivo para que se fijara este objetivo personal.
A mediados de 2023, aprendió a realizar su primer backflip, una práctica que eligió para repetir diariamente, a pesar de que pocas personas confiaban en que sería capaz de lograrlo. “Muchas personas pensaban que sería imposible”, asegura Caparrós.
El 1 de enero de 2024, comenzó su reto en la plaza de su pueblo, en La Solana, y a partir de ahí recorrió distintas partes de España y del mundo en busca de nuevos lugares para cumplirlo. Esta travesía lo llevó a países como Polonia, Italia, Grecia y Egipto.
Durante ese desafío enfrentó momentos de dificultad, como problemas renales por el sobreesfuerzo físico o la falta de sueño, ambos derivados del reto. En total, calcula haber realizado más de 70.000 saltos, incluyendo los efectuados durante prácticas fuera de cámaras.
Caparrós documentó su experiencia diaria a través de vídeos cortos en redes sociales, y el 31 de diciembre de 2024, en el mismo lugar donde comenzó, logró superar el reto con 366 backflips frente a más de tres mil personas. Dedicó este logro a su abuela Manuela, lo que añadió un significado especial a su hazaña.