Valió la condición de subcampeón para un Quintanar del Rey que ha sudado tinta para pasar a la final de los playoffs de ascenso. Ahogado por un Torrijos que apretó enormemente en los compases finales, los de Carlos Gómez supieron sufrir gracias a un superlativo Molina en portería para estar en la gran final del próximo fin de semana.
Las primeras ocasiones del encuentro corresponderían a un activo Torrijos que salió con las ideas muy claras. Fruto de este buen inicio, encontrarían la recompensa en el minuto 7: Raúl Godoy, algo escorado y desde la frontal, no se lo pensó dos veces para sacarse de la chistera un trallazo que sorprendió a Molina. Pero no se iba a arrugar el Quintanar, algo que lleva poniendo en práctica toda la temporada. Tan solo cinco minutos después iba a poner las tablas Megías. Sorprendía Cifu a Iván por la espalda para posteriormente ceder a su compañero, que dibujada la igualada en un precioso partido.
Parecía haberles dado moral este gol a los de Carlos Gómez, que habían despertado de su letargo inicial. Cifu seguía haciendo daño, aprovechando de nuevo un fallo de Iván para sacarse un peligroso tiro que obligaba a Machuca a emplearse a fondo. El vendaval quintanareño iba in crescendo conforme la primera parte llegaba a su fin, aunque no lograrían adelantarse a pesar de los disparos de Megías y Toni Cuenca que no encontraron portería por poco. No defraudaba para nada esta semifinal.
Ayoub entraba para el Torrijos en esta segunda mitad, tardando más bien poco en crear la primera de peligro: un centro a los pocos minutos de la reanudación acabó tocando el travesaño tras envenenarse. El partido era un ida y vuelta constante, y si el Quintanar lo intentaba mediante un peligroso tiro de Minaya que buscaba torpedear a Machuca, el Torrijos replicaba con un activo Ayoub.
Mejoró en el tramo final el CD Torrijos, a quien se le veía mucho más fino y decidido en sus acciones de ataque. Era lógico, pues el empate no les valía para pasar de ronda. Maikel, recién entrado, amenazaba con el 1-2 en unos minutos finales con color rojiblanco.
La prórroga fueron un ejercicio de creencia y resistencia por parte del Quintanar. Asedió, y de qué manera, el equipo de Becker. Barri y Godoy lo intentaban en primera instancia, y seguirían creciéndose cada vez más ante un combinado frágil en defensa en estos últimos minutos. Casi cualquier acción nacida en botas torrijeñas acababa concretándose, aunque un salvador Molina –así como el palo- evitaban la campanada. Inspiradísimo el meta quintanareño, que le denegó el gol a Barri, Ayoub y Godoy. En la ultimísima acción, Maikel no llegaba por centímetros a rematar un centro que bien podría haber supuesto el 1-2 en el 120.
Finalmente, y bien saben los de Carlos Gómez lo que sufrieron para que así fuese, el 1-1 se mantuvo para darle el pase al Quintanar al haber terminado éste mejor clasificado que el Torrijos durante la liga regular. Se medirán la semana que viene al ganador de la semifinal de mañana entre Illescas y Villarrobledo. Mientras tanto, tocará coger aire, porque este final de partido habrá dejado seco a más de uno.