Pese a las dificultades contraídas por la pandemia de COVID-19, los deportes han intentado seguir en la medida de lo posible su agenda a nivel nacional e incluso continental. Es el caso de la ‘OOCUP’, una prueba del calendario internacional de orientación de origen esloveno y que cumple con una curiosa tradición de celebración, alternando su país de origen con otro a nivel europeo para acoger las cinco carreras que componen esta competición.
Esta prestigiosa carrera estaba en los planes de preparación del combinado de la Federación Española de Orientación (FEDO). Sin embargo, el organismo nacional canceló sus planes de concentración en Francia, lugar donde se ha disputado este torneo. Esto no evitó que el conquense David Cotillas, junto a otros corredores que tenían previsto acudir a este encuentro continental, participaran en representación de sus clubes, en el caso de nuestro protagonista, el Club de Orientación y Montaña de Cuenca (COMCU).
“La idea en un principio era concentrar al equipo en Font Romeu, en la Saboya francesa, ya que durante todo el verano había entrenamientos permanentes que nos ayudarían como calentamiento a la competición, y luego viajar a Nantua, donde se iba a desarrollar la OOCUP. Pero con el aumento de casos, la selección decidió cancelar la concentración, por lo que cada uno tuvimos que inscribirnos con su respectivo club”, cuenta Cotillas que afrontó su segunda participación en una prueba internacional fuera de España. “Iba sin presión alguna, puesto que no había nada en juego y tenía el hándicap de competir después de los meses de confinamiento, sólo quería disfrutar de volver a competir y hacerlo con mis compañeros de selección”.
A pesar de tales intenciones, el conquense era consciente de lo que esta prueba concentraba en lo que respecta al deporte de la orientación, con representación élite de países de Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca, entre otros. “He sentido cierto respeto sabiendo que competía con nombres como Lucas Basset o Vicent Coupat, medallistas mundiales, o el equipo de orientación junior galo. Al final, los anfitriones parten con cierta ventaja al conocer el terreno, por lo que dice aún más de haber competido en esta edición”.
Otra de las incógnitas que manejaba el orientador del COMCU era sobre su forma física después de meses de actividad limitada por el confinamiento. “Me concentré en ser constante, no cometer fallos con las balizas pero fue difícil con mapas muy diferentes entre sí, lo que complicó poder adaptarse bien al terreno que variaba día a día de competición. Desde terrenos rápidos y donde se corría en zonas en las que normalmente se esquía en invierno, hasta etapas con mucha montaña y piedra, o tramos muy técnicos”, declara.
El resultado del conquense en las pruebas siempre osciló entre el top-35, teniendo un 28º lugar como mejor registro en la segunda carrera y dejándolo el 26º de 72 participantes en la clasificación general. Un resultado “para estar más que satisfecho”, en palabras del propio Cotillas.
Ahora, con un calendario regional y nacional marcado por la pandemia, la incertidumbre deja en el aire el Campeonato de España para octubre o el Campeonato Ibérico, previsto en Portugal a finales de ese mismo mes. “Trataremos de mejorar las sensaciones para concluir en el ‘top-10’ en Liga Nacional y alcanzar el podio en la modalidad de ‘sprint’, que en estos momentos estoy 2º en el ranking y es mi especialidad” explica el corredor del COMCU con la ilusión de concluir con grandes resultados un año en el que Cuenca se iba a convertir en capital de este deporte al albergar el ‘5 días España-XIV Trofeo Quijotes’. Un evento con una participación de unas 9.000 personas que ha sido suspendido, pero que el club conquense no pierde la fe en poder celebrar el próximo 2021.