El San José Obrero ha sacado petróleo en su empate ante el Sporting de Alcázar (2-2). Partido que tuvo de todo y que, a pesar de ponerse muy cuesta arriba para los locales, acabó con una remontada exprés.
La primera fase del partido consistía en un tanteo por parte de ambos equipos, asentándose ambos en el Obispo Laplana sin mayor trascendencia en las áreas. El primer acercamiento reseñable del Sporting de Alcázar se produciría llegado el cuarto de hora, confirmando el momento de mejoría que atravesaban los visitantes. Tan solo dos minutos después, volvieron a avisar con una manifiesta ocasión desaprovechada en boca de gol.
Tendrían su recompensa los visitantes en el minuto 23, cuando una falta botada desde el centro del campo encontró la testa de Alberto Arráez, que dibujaba el 0-1. Se estiraba el combinado obrerista en busca del tanto del empate, pero no conseguirían protagonizar una acción de manifiesto peligro en unos minutos finales en los que el Sporting de Alcázar seguía apretando con seriedad.
Salió el equipo de Angulo con otra cara tras el paso por vestuarios: apretando arriba, ahogaban a un Alcázar que, ahora, adoptaba una actitud más defensiva. Intentando hacer daño a la contra, los de Borrero disponían de una buena oportunidad mediante Carlos Quiñones ‘Quini’, que enviaba el cuero fuera de los tres palos. En el 73, Alberto Arráez ponía el segundo aprovechando una falta de concentración en filas obreristas a la hora de defender una falta.
Con el 0-2 campeando en el Obispo Laplana, se producía una aparatosa acción entre el obrerista Jesús y el jugador visitante Diego Valdepeñas. Peor parte se llevó el visitante, que requeriría atención médica inmediata.
Indignante situación la que se vivía entonces en el césped tras el infortunio: el servicio sanitario correspondiente a la Federación avisó de que no podría acudir hasta las 14:20 horas, produciéndose el choque alrededor de las 13:30. Mientras no se obtenía ayuda alguna, Valdepeñas seguía sangrando e inmovilizado en el césped. Finalmente, fue el 112 quien acudió a la ayuda. Una vez fue asistido por la ambulancia de la Seguridad Social se reanudó el partido tras un buen rato de parón.
Foto: Nacho Acebrón
En el 86, entrado ya el partido en su tramo final tras estos minutos de enfriamiento, el Obrero limaría diferencias: a balón parado, Javi Fernández subía el 1-2 al marcador, dando alas a los locales. Tan solo tres minutos después, a punto de saberse el tiempo de añadido, Rufo desataba la locura en Las 500 tras aprovechar un centro de Joaquín que había sido rechazado. El propio goleador sería expulsado pocos después en unas protestas al colegiado.
Rescata así el San José Obrero un punto de un partido que se les había puesto muy cuesta arriba. A pesar de que el empate no les vale para despegarse totalmente de la zona baja, este es el tercer partido consecutivo en el que el combinado obrerista suma en la clasificación.
