Temporada de luces y sombras para el FS VivoCuenca, que, tras pelearlo mucho, no ha podido engancharse al tren de la zona alta para pelear por el ascenso. Por otra parte, queda el vívido recuerdo de una Copa del Rey que jamás olvidarán.
Manolo Moya, entrenador del equipo conquense, no esconde que no ha sido el curso deseado. “Para nosotros ha sido mala en cuanto a nuestra participación en la liga”, lamenta el técnico, resaltando que sus expectativas pasaban por luchar por las plazas de ascenso, tal y como hicieron en temporadas anteriores.
“Viendo cómo se ha desarrollado la temporada, tengo que decir que el quinto puesto es bueno, aunque considero que no es nuestro lugar”, declara el míster. Con 15 victorias, 5 empates y 10 derrotas cierran la campaña, encontrándose especialmente incómodos fuera de casa. Por otra parte, Jaime Jiménez ‘Valen’ ha vuelto a erigirse pichichi del grupo.
Apunta que la desilusión de ese ascenso perdido en la última jornada de la temporada anterior todavía hacía mella al comienzo de la 2023/24, viendo que sus jugadores “no tenían esa chispa”, lo que se notó mucho en las primeras semanas de competición, a lo que se sumaron los partidos de Copa del Rey.
“Esto nos llevó a hacer una primera vuelta desastrosa, por lo que desde el cuerpo técnico tratamos de llevar nuestro trabajo de recuperación y activación de la plantilla”, relata Moya.
Fue entonces cuando el combinado vivero encarriló siete partidos seguidos sin perder, ganando en confianza y soñando con esos puestos de ascenso que tanto ansiaba y que, finalmente, no llegarían a tocar. A pesar de remarcar que han logrado grandes victorias ante líderes como el Olías o el Ciudad de Guadalajara, lamenta que han fallado contra otros equipos “que no lo pusieron fácil y lo dejamos escapar”.
El VivoCuenca alcanzó la tercera ronda de la Copa del Rey, llegando a reunir a más de 1.200 aficionados para el partido ante el MengíbarSin duda, los grandes momentos de esta temporada para el VivoCuenca han tenido a la Copa del Rey como escenario. Tras superar al Obispo Perelló por 3 a 10, los viveros consiguieron traer la magia del torneo del KO a El Sargal.
El pabellón explotó con la remontada ante el Móstoles y la posterior victoria en la tanda de penaltis, lo que les dio acceso a la tercera ronda. Se midieron así ante el Mengíbar, de Segunda División, a quien llevaron de nuevo a la prórroga, aunque esta vez el final fue más cruel y no pudieron celebrar el pase ante las más de 1.200 personas que había en El Sargal.
“La ilusión que se transmitía en cada partido se compartía con el público, que nos apoyó en todo momento”, recuerda Moya con cariño, apostillando que los suyos salieron a competir como nunca lo habían hecho “Esos aficionados nos hicieron volar y esto es algo que se queda en nuestro corazón”, concluye el técnico.
La próxima campaña, el FS VivoCuenca tratará de volver a su mejor versión para luchar por el ascenso a Segunda División B. Tocará resetear, olvidar este curso liguero y corregir errores para que el equipo lo consiga en la siempre competida Tercera Nacional.