El Rebi sigue creciendo en El Sargal
El Rebi buscaba conseguir los dos puntos ante un rival directo, lo que le permitiría acercarse un poco más a la ansiada salvación matemática y, además, dar un golpe en la mesa a un equipo complicado como es el Ademar León. La afición no defraudó y llenó el Sargal a pesar de jugarse de nuevo en domingo y del frío de la tarde. Mereció la pena ir a ver el espectáculo porque ambos equipos lo dieron todo en la cancha (30-30).
El encuentro comenzó con el Rebi Cuenca algo nervioso –o, mejor dicho, ansioso por dominar el partido–. Sólidos en defensa, lograron parar el primer ataque del Ademar León y responder con una buena jugada ofensiva que terminó en 7 metros, aunque el tiro fue detenido por el guardameta iraní.
Sin embargo, apenas avanzados los primeros minutos llegaron las complicaciones. Mientras Saeid, el guardameta del Ademar, estuvo providencial, deteniendo con brillantez cada envite del equipo conquense –que atacaba con más furia que acierto– el guardameta del Rebi no conseguía parar nada. Los de Lidio fallaban en la definición de las jugadas y cometían algunos pases erróneos, lo que permitió que, en los primeros compases del encuentro, el equipo visitante se pusiera por delante por 2-6. Lidio pidió tiempo, y tras el parón Perbela rompió el cerrojazo en el minuto 7.
Dada la intensidad con la que salieron los jugadores, los mejores momentos para el Rebi tenían que llegar, y llegaron. Un Tchitombi muy motivado abrió la lata de la confianza. Aunque el ataque no era brillante, en medio de la lucha, destacó de manera mordaz, convirtiéndose en la esperanza para desbloquear la defensa del Ademar; sus trallazos forzaban al guardameta a actuar con premura, y su sincronía con Hackbarth fue clave para revertir la situación, llevando el marcador a 6-8.
El punto álgido de la primera parte se vivió cuando, tras una gran acción ofensiva con Perbela como faro, el Rebi Cuenca consiguió empatar el encuentro, encendiendo la emoción en las gradas (8-8). Con el marcador igualado, los jugadores dejaron atrás los nervios iniciales y pudieron mostrar la solidez defensiva con la que el Rebi está afrontando esta parte del campeonato. Sin embargo, a escasos minutos del descanso, Perbela fue expulsado y el Ademar León supo aprovecharlo para irse al vestuario con algo de ventaja (13-15).
Al inicio de la segunda parte, a falta de Perbela, volvió a ser Tchitombi el camino hacia la luz: ya sea lanzando o asistiendo, estaba en todas las jugadas. La euforia se desató cuando el conquense no solo igualó el partido, sino que se puso por delante con un gol de D. Neves.
A partir de ese momento, el partido se convirtió en una auténtica locura para el espectador, un encuentro emocionante en el que ambos equipos daban lo mejor de sí. El Rebi acertaba mucho más en ataque; Neves y Hackbarth no fallaban, y los de Lidio en la retaguardia firmaban una segunda parte casi perfecta.
Con el partido igualado a 30, el Ademar León lo intentó en su última jugada, llegando incluso a pedir 7 metros, pero las protestas se vieron mitigadas por el griterío de alegría de la grada, que celebró el punto obtenido como si hubiesen sido dos.
El de hoy ha sido un partido de equipo. Si bien es cierto que algunos jugadores han destacado más, no habrían podido hacerlo sin el trabajo de todos, remando en la misma dirección. Se empiezan a ver muestras del gran equipo en el que se está convirtiendo el Rebi tras cada partido. La semana que viene se enfrentará al Valladolid a domicilio.