No valen las confianzas en el deporte, y partidos como este lo ratifica. Tras una magnífica racha ganadora, el Rebi Cuenca se ha visto sorprendido por el recién ascendido Cisne, que ha firmado un sobresaliente partido en El Sargal. Empezó de manera inmejorable el Rebi, que en el tramo final de la primera parte se hundió. Intentó con todo la remontada en la segunda mitad, pero no dio lugar el Cisne a desperdiciar su ventaja, ni siquiera en los momentos de mayor tensión.
Buen inicio del Rebi Cuenca, que comenzaba con una parada de Ante Grbavac y los goles de Simonet y Fede. Aumentaría la ventaja hasta los tres goles (6-3) tras una preciosa vaselina de Prantner, quien, por cierto, estuvo muy activo en la primera mitad. Una contra del propio italiano fijaba el 8-4 en el luminoso, lo que “hacía parecer” que el partido no se complicaría, al menos en el primer tramo.
Con la máxima diferencia de 10-5 en el marcador, dieron un paso adelante los locales: los Carlos –Ocaña y Álvarez, que serían un dolor de cabeza para los conquenses durante todo el partido- acercaban sigilosamente a los lerenses. La debacle vendría al final de la primera mitad: del 13-8 se pasó al 13-13 en un tramo en el que las pérdidas de balón del Rebi eran continuas, al mismo tiempo que se topaban con un Kilian inspirado.
Se desperdiciaba así una valiosa ventaja que saldría todavía más cara en la segunda parte. Nazaré ponía por delante al Rebi nada más salir, pero el Cisne no saldría tan aletargado como hiciese en los primeros 30 minutos. Máxima igualdad en esta segunda mitad en la que ningún equipo conseguía irse más de dos goles arriba. Los de Lidio Jiménez se encontraban momentáneamente tras un golazo de vaselina de Moya y la posterior materialización de Nazaré, que culminaba una gran acción combinativa. Era un continuo toma y daca en el que ningún equipo conseguía irse más allá de los dos goles, renta que fijaba el Cisne tras un auténtico golazo de Álex Chan.
El 23-26 campeaba en el luminoso a falta de cuatro minutos, y los nervios estaban a flor de piel. Eran dos puntos que no se podían escapar, y menos en casa, después de la buena racha. Dos rápidos goles acercaban a los conquenses hasta el 25-26, convirtiendo ahora El Sargal en una auténtica caldera en pugna por esa remontada a última hora. El Rebi seguía a tan solo un gol tras el tanto de Fede Pizarro a escasos segundos del final. No obstante, el equipo, lógicamente venido arriba, encajó el de la sentencia (28-30) en el último ataque.
Derrota dolorosa antes del parón, momento para reflexionar y volver más fuerte. El Rebi Cuenca volverá a la competición el próximo 22 de octubre, cuando se mida al Sinfín.
