Noche de las que se recuerdan en El Sargal tras la victoria del Rebi BM Cuenca ante el Gorenje Velenje por 28 a 27. Remontaron nada más y nada menos que 6 tantos los conquenses cuando parecía imposible para levantar el pabellón y sumar una primera victoria en EHF que da esperanzas.
Inauguraba Fede Pizarro la cuenta de un Rebi Cuenca que pronto veía respondida por el Velenje. El igualado tanteo se rompía con los tantos de Diego Vera y Hackbarth, sumándose después una parada de Espinha para ponerse dos arriba. Fede volvía a anotar para un 8-5 que hacía disfrutar a El Sargal, pero fue entonces cuando despertó el equipo esloveno.
Duro parcial de 0-3 endosaba el equipo turquesa para poner de nuevo el empate y consumar la remontada con el 9 a 10. Estaban siendo los minutos menos efectivos de los rosados, que se topaban con Skok en portería y que acusaban fallos que no recibían clemencia por parte del Velenje.
Con el 13-15, y a escasos minutos del descanso, se sucedían unos tiempos muertos para reorganizar ambos equipos a los suyos y, en el caso de Lidio Jiménez, evitar que la renta aumentase en estos últimos instantes. No se movería el marcador en estos primeros 30 minutos en los que los conquenses fueron de más a menos: se notaba que Espinha no estaba teniendo el día bajo los palos, con un 17% de efectividad -3 paradas en 17 tiros-.
También anotaba Fede Pizarro a la salida del descanso, aunque este inicio sería un espejismo: los eslovenos pisaron el acelerador a fondo para noquear a los locales en unos fulgurantes primeros minutos que recordaban a los de la semana pasada en Eslovenia.
Se iban cinco arriba los eslovenos en un visto y no visto, lo que provocaba una pausa solicitada por el banquillo local. Jugando con siete y buscando la machada, el Rebi Cuenca encajaría algunos tantos a puerta vacía, aunque no le perdería la cara al partido y todavía se guardaba un as bajo la manga.
No estaba fino Skok en portería y los Encantados empezaban a jugar de un modo más alegre, por lo que irían comiéndole terreno poco a poco al Velenje. Levantaba Sergio López el pabellón de su ciudad cuando anotaba el tanto que les ponía a 3 goles después de remar con ímpetu.
Creía y creía un Rebi Cuenca que se situaba a dos con el tanto de Pozzer y… a uno con otro golazo de Sergio López desde el extremo. Completamente noqueado ahora el equipo esloveno, que se estaba topando con un David Mach soberbio en portería.
Costaría sudor y lágrimas empatar el encuentro, necesitando cuatro bolas el Rebi Cuenca para establecer un 27-27 rubricado por Hackbarth desde los 7 metros. Mach seguía a lo suyo en portería: 46% de efectividad. La emoción por todo lo alto a falta de un minuto con la igualada en el marcador.
Temblaban las piernas en ambos equipos, pero los Encantados iban con la flechita para arriba y se crecían espoleador por un atronador Sargal. Sacaron fuerzas de donde no las había para que Pozzer, a pase de Sergio López -que se echó el equipo a la espalda-, anotase un 28-27 que, ahora sí, desataba una completa euforia en la última jugada.
Entre vítores salieron los rosados, que además de sumar dos puntos para seguir soñando con Europa, habían firmado una de "esas" noches mágicas en El Sargal. De las que se recuerdan.
