Qué mejor forma de volver para el Rebi Cuenca, que hoy se ha impuesto por 31-20 al Recoletas Atlético Valladolid. Serio partido por parte de los de Lidio Jiménez, que no sufrieron en ningún momento: se adelantaron durante los primeros tanteos y defendieron su ventaja durante 60 minutos bastante regulares.
Salida animada del Rebi Cuenca al partido, adelantándose desde los primeros tanteos. 4-1 se ponían los de Lidio Jiménez tras el cañonazo que Fede Pizarro se inventaba desde la derecha. Pero el Atlético Valladolid no se iba a dejar vencer fácilmente, y en ningún momento se descolgaban del juego. Especialmente activo estaba el equipo conquense desde los extremos, aprovechando ahora el otro hermano Pizarro –Nacho- para aumentar la renta. Tras un arreón de los locales, el 10-5 imperaba en el marcador. A esto se sumaba el acierto de Ante Grbavac, que firmaría una enorme primera mitad. Fede Pizarro sería excluido dos minutos, aunque el equipo conquense aguantaría estoicamente. La ventaja de cinco se mantenía después de que un sobresaliente Leo Prantner machacase desde el extremo izquierdo, acción que sería refrendada por la posterior parada del propio ‘gigAnte’ Grbavac, que estallaba de alegría tras detenerle el mano a mano a Miguel Camino. 14-8 señalaba el luminoso al término de los 30 primeros minutos. Aunque a ambos conjuntos se les notaba algo falto de ritmos, el Rebi había conseguido cuajar una buena defensa gracias a la cual las cosas salían solas en ataque.
Golpearía en primer lugar el Valladolid tras el paso por vestuarios, pero los verdes respondían con tanto de Teixeira y dos de Pozzer. Cada vez se veía más suelto al equipo de Lidio Jiménez, que endosaba un duro parcial para elevar la renta a nueve tantos (21-12). Incluso se veían grandes detalles de calidad como un pase por detrás de la espalda cortesía de Sergi Mach para Pozzer, que no titubeaba ante el meta visitante. Marcos Herraiz, portero canterano del Rebi, tuvo su momento al tratar de detener un 7 metros ante Borja Méndez, aunque no tuvo suerte.
Carlos Fernández establecía la máxima momentánea de 11 (28-17) al machacar en una contra, recibiendo así el cariño de El Sargal, que estallaba con el gol del joven. Mismo apoyo recibía el propio Herraiz, que primero sacaba un pie salvador y luego salvaba un 7 metros. El Sargal era en este punto una auténtica fiesta.
31-20 acababa el partido, estableciéndose una máxima de 12 por momentos. Los dos puntos quedaban en casa, y lo que es más: el Rebi Cuenca había dejado grandes sensaciones en su vuelta a la competición. Al grito de "orgullosos de nuestros jugadores", los conquenses celebraban en la pista. La semana que viene visitarán al 'dentista' de la ASOBAL: el Barça.