No se reconoció al Rebi BM Cuenca en el Palacio de los Deportes de La Rioja, donde ha caído por 36-23 ante el BM Logroño. La defensa no ha mostrado el nivel que acostumbra a dar, y el equipo lo ha notado significativamente, impidiéndoles siquiera llegar a meterse en el partido. A pesar de la derrota, el equipo conquense mantiene el tercer puesto de la clasificación.
El Rebi Cuenca se apuntaba la primera del partido con un buen movimiento de Diego Vera desde el ala derecha, aunque en sus siguientes intentos se toparían con un Jorge Pérez que ya anticipaba que iba a cuajar un enorme partido bajo palos. Así fue cómo el Logroño empezó a liderar el marcador, seguido en todo momento por los conquenses.
Unas precipitaciones en ataque ocasionaron que los riojanos empezasen a marcharse en el luminoso pasados los primeros 5 minutos, y en vista de que la dinámica se orientaba a algo todavía más desfavorable, Lidio Jiménez solicitó un tiempo muerto para reagrupar a los suyos. El Logroño seguiría convirtiendo cada jugada ofensiva en gol ante una defensa irreconocible con respecto a partidos anteriores. Si Ante Grbavac brilló la pasada jornada, en esta mostraría una versión muy distinta: no estaba en su día más inspirado, firmando un bajo porcentaje de paradas.
Después de que Nazaré se topase hasta en dos ocasiones con el poste, el Logroño aumentaba la renta hasta los 10 goles, la cual mantenía hasta el final de la primera mitad: 20-10, tanteo especialmente doloroso en los goles encajados, ya que este equipo tiene como baluarte una defensa que hoy no estaba siento intensa.
Con el paso de los minutos, el Rebi se acercaba tímidamente en el marcador, lo que en ningún momento era suficiente como para llegar a inquietar del todo al BM Logroño, que recuperaba y aumentaba la ventaja en poco tiempo. No habían conseguido los conquenses frenar un ritmo de partido que en nada les estaba beneficiando.
Si Jorge Pérez firmó un gran inicio de partido, Markelau no iba a ser menos: no le estaba poniendo las cosas nada fáciles a los de Lidio Jiménez, que se desesperaban cada vez que trataban de meterse en el partido. En todo este mix de sensaciones, Fede Pizarro acababa viendo la tarjeta azul.
La ventaja era ya más que insalvable, llegando esta hasta los 15 goles por momentos. Al Rebi Cuenca solo le quedaba tratar de competir al máximo en estos últimos minutos. Los tantos de Neves y Nacho Pizarro culminaban el partido, estableciendo el 36-23 como marcador definitivo.
Partido para olvidar del Rebi Cuenca, ya que más allá del resultado –es entendible perder en una cancha como la de Logroño- no había sido el equipo fiable que venía demostrando ser. La próxima semana tendrán la oportunidad de desquitarse en casa cuando reciban al Anaitasuna. Gracias al amplio colchón de puntos del que gozan, afrontarán el partido manteniendo todavía el tercer puesto de la ASOBAL.