Pesadilla en la cocina para el Rebi Cuenca, que comenzaba la velada celebrando la elección de la ciudad como Capital Gastronómica. Tras un igualadísimo encuentro se pusieron cuatro arriba los conquenses, que finalmente desperdiciaron esa ventaja en un polémico final. Un discutido siete metros ejecutado por Hackbarth confirmaba el empate con el tiempo cumplido.
El Rebi Cuenca encendía rápidamente los fogones, sumando dos tempraneros goles mediante Nazaré y Pizarro. Todavía quedaba mucho bacalao por partir, y es que el Bada Huesca equilibraría la balanza casi tan rápido como Cuenca. Estaba claro que todos los ingredientes estaban sobre la mesa para ver un buen partido.
Tomaría la delantera el equipo verde con unas buenas defensas que refrendaban mediante eficacia ofensiva. Con tres tantos de renta, era Nazaré quien se erigía como “jefe de cocina”, guisando y comiéndoselo él solo. Estaba pletórico, encontrando puerta en cada una de sus tentativas. De menos a más, Grbavac también se iba cociendo a fuego lento, sumando algunas paradas de mérito que sostenían al equipo. No obstante, el Bada Huesca no había venido a ser un simple comensal. Empataban a 13 tras un buen tanto de Domingo que confirmaba la mejoría visitante. Unos tensos instantes finales suponían un toma y daca en el que ninguno de los dos conseguía despegarse. Con empate a 16, Neves dispuso de bola para tomar la delantera, pero Tercariol –ex del combinado conquense- tapó perfectamente para llegar con igualdad máxima a la hora de marcharse a vestuarios.
Tras el paso por la cocina, los rojillos salían de nuevo al restaurante para tomar la comanda: Miguel Malo anotaba para poner a los suyos por delante en el marcador por primera vez en todo el partido. Replicarían Arnau y Prantner desde los extremos para evitar un “pesadilla en la cocina”. El avión Arnau acabaría topándose hasta en dos ocasiones con Rodrigo Benites, meta del Bada, que le detuvo sendos mano a mano. No obstante, se redimió a la hora de recuperar un balón que Nazaré, inclemente en cada una de sus internadas, remataba a la contra.
Llegado el partido a sus últimos 10 minutos, se crecerían los de Lidio Jiménez: un gol de Fede Pizarro y otro de Pozzer, aprovechando el rebote tras una acción de Prantner, ponían a los verdes dos arriba (29-27). Defenderían esta preciada ventaja ante un Bada Huesca que perdía la concentración. Acusaron varios fallos en este ‘minipartido’ que se les escapaba, y llegarían a ponerse 33-29 tras los tantos de Mach –en una preciosa jugada combinativa- y Fede Pizarro –con un auténtico cañonazo-.
Pero todavía no habían apagado el incendio los conquenses, ya que los de Nolasco limaban la diferencia hasta los dos tantos cuando faltaba un minuto y medio. Esta pequeña desconcentración haría que todavía tuviesen que sufrir un poco los locales. Por suerte, El Sargal era una olla a presión. La recuperación de Teixeira tras el tiempo muerto hacía respirar a medio pabellón, que ya empezaba a pedir la cuenta antes de que llegase el postre. Se pondrían a uno los rojillos, haciendo que los nervios estuviesen a flor de piel. Tras perder el balón en ataque, una discutida acción en cancha conquense acabó con 7 metros favorable al combinado visitante. Estallaba El Sargal ante la decisión de los colegiados, que no iba a cambiar. Hackbarth sellaba el empate tras ejecutar bien ante Grbavac, echando un jarro de agua fría a los locales.
El 33-33 final certificaba el reparto de puntos, seguramente algo insuficiente para un Rebi que confiaba en degustar una dulce victoria y al que no le habrá gustado este cambio de última hora en el menú, el cual les ha deparado un amargo empate.
