No ha podido celebrar con victoria el Rebi Cuenca la vuelta de la ASOBAL: 26-24 ha caído ante Anaitasuna en este complicado primer partido. Dominaron los de Lidio Jiménez durante la primera mitad, aunque la salida a la segunda se les complicó y no estuvieron acertados de cara a puerta, por lo que los locales le dieron la vuelta al partido.
Tavares daba la bienvenida a la segunda vuelta con un cañonazo que abría la veda en el Pabellón Anaitasuna. Llevaría la delantera el Rebi Cuenca durante estos primeros compases en los que se veían buenas conexiones con la primera línea con un activo Pozzer.
El regreso de Oleg Kisselev, formado en el equipo pamplonés, no salió todo lo bien que podía esperar: el lateral diestro vería la roja en el minuto 11 y minutos después Hackbarth ponía a los conquenses tres goles arriba (5-8), propiciando el primer tiempo muerto solicitado por los locales.
Lo cierto es que Anaitasuna proponía un ritmo alto de partido, sacando rápidamente tras encajar y dejando poco –o ningún- tiempo a los visitantes para que se reorganizasen, tratando de asfixiarlos. Ninguna de las dos porterías había brillado hasta el momento, aunque Miguel Espinha despertó para firmar tres paradas –dos de ellas en la misma jugada- que marcaban la diferencia y que permitían que los suyos estableciesen la máxima de cuatro tantos.
Recortaría Anaitasuna hasta tres y denegó Espinha que fuesen hasta dos en la última acción del partido. 13-16 señalaba el luminoso a la hora de enfilar a vestuarios.
No salió nada enchufado el equipo conquense a la segunda mitad, algo que ya han pagado caro en otros partidos esta campaña. Un parcial de 3-0 puso el empate en el marcador y habría que esperar a que Sergi Mach desatascase estos malos minutos con un buen gol que despertaba a los suyos.
Pero seguía mejor Anaitasuna, que se ponía por delante con el 18-19 en el marcador y que sumaba, sobre todo, con un pletórico Elustondo que no perdonaba una. Mantendrían ventaja de dos tantos los pamploneses incluso durante un tramo de casi 4 minutos sin goles. Para mayor infortunio, David Mach debía retirarse de la pista por lesión.
Desaprovecharían varias ocasiones los conquenses, que entraban en un periodo de sequía importante que Lidio Jiménez trataba de frenar con un tiempo muerto. Inexplicablemente, se seguía atascando el partido para ambos equipos –el Rebi Cuenca iba uno abajo, 23 a 22- y todo parecía indicar que habría un tanteo bajo.
Todo este contexto favorecía a un Anaitasuna que finalmente veía portería ante un Rebi Cuenca que, para colmo, veía la exclusión de Espinha a falta de 3 minutos para el final. Pozzer mantendría a flote a los conquenses, que jugaban con siete y sin portero, pero en la jugada inmediata sería excluido. Simonet también vería la exclusión a falta de un minuto para un Ciudad Encantada que se quedaba en cuadro: tan solo cuatro jugadores sobre la pista. Pero cuatro que no tiraban la toalla y que se ponían a uno tras un golazo de Rubén Río. Calidad gallega en forma de cañonazo.
No desperdiciaría Anaitasuna su última bala para anotar y poner el 26-24 a falta de escasos segundos. El Rebi Cuenca dispuso de una última falta con el tiempo cumplido que no llegó a materializar.
Se quedan con 13 puntos los conquenses en la decimotercera posición, si bien no pierden el goalaverage con Anaitasuna con el resultado de la ida -24 a 21-. Los de Lidio Jiménez afrontan a continuación uno de los dos partidos malamente llamados como ‘trámite’ de la temporada: el que les enfrentará al Barça, que vendrá a El Sargal la próxima semana.