El Sargal acoge el domingo 28 a las 17 horas un “choque vital”, como se califica desde el club: Rebi BM Cuenca contra BM Benidorm. Dos equipos necesitados de puntos que se encuentran lejos de donde querrían estar. Será el penúltimo partido en casa para los conquenses, que esperan contar con una buena presencia que les apoye en estos partidos delicados.
El Rebi Cuenca, con 20 puntos, tiene que mirar, aunque sea de reojo, a Cangas: su espectacular racha de cinco victorias consecutivas ha terminado por dar caza a los conquenses, por lo que cualquier descuido meterá al Rebi en esa temida promoción de descenso. No hay margen de error. Benidorm, tres puntos por encima, acusaba una mala dinámica que rompieron la semana pasada en casa con una victoria ante Puente Genil.
Lidio Jiménez, entrenador del Rebi BM Cuenca, comenta en la previa al choque que, aunque resulte reiterativo, se trata de una final más. Considera importante que los suyos sepan “convivir en esta situación y afrontarla como tal”, ya que no esconde que están en una situación complicada. “Si dijera que todo es maravilloso no sería verdad, tenemos nuestra preocupación y nuestra responsabilidad”, admite.
Señala que son dos equipos que se conocen muy bien, aunque no le vale el precedente de la Copa en el que los suyos consiguieron apear al combinado benidormense, ya que espera un partido completamente distinto en otra competición.
“Si dijera que todo es maravilloso no sería verdad. Tenemos nuestra preocupación y responsabilidad”NO CEDER A LA PRESIÓN
Aunque una clara responsabilidad cae sobre el equipo conquense, Jiménez recuerda que Benidorm también parecía salvado hace dos semanas y que, si no vencen en Cuenca, se meten también en la pomada de estos últimos partidos. “Vendrán a hacer su partido pero nosotros intentaremos que eso no pase, la gente está concienciada”, avisa el conquense.
Asimismo, declara que tiene jugadores muy veteranos curtidos en este tipo de batallas, con Juegos Olímpicos y Mundiales, por lo que tienen baluartes capaces de sacar partidos en situaciones de tanta tensión como la de este domingo. “Hay que tirar de ellos y la gente joven tiene que saber que esto es así. Hay que saber vivir con esa presión”, explica.
Hace también un llamamiento a la afición para este envite, comentando que los jugadores lo notan cuando la gente crece y está metida en el partido, “ayudando mucho a que tengan confianza”.
“O defendemos o no ganamos ningún partido”La defensa está siendo el gran quebradero de cabeza del Rebi Cuenca en este tramo final de liga. Ha sido seña de identidad del Ciudad Encantada durante mucho tiempo, así que no es extraño ver cómo el equipo se resquebraja cuando su efectividad para cerrar filas se ha reducido en estos últimos encuentros ligueros, no así en el choque de Copa del Rey ante Benidorm, donde se notó que el equipo replegó con más intensidad.
Señala que la defensa en Huesca “fue muy anárquica”, lo que pudo ser resultado de la presión que había. Para este partido destaca que deben volver a esa esencia y no volverse locos, ya que no considera admisible que ocurra algo parecido a lo ocurrido en la segunda parte ante el equipo oscense en la que encajaron 19 goles. “Cuando un equipo defiende bien, juega bien en ataque. Hay que crecer desde atrás con disciplina, intensidad y dureza”, insiste.
El domingo, ser aguerridos será clave por la salvación.
