El Incarlopsa Cuenca no fue capaz de continuar su impoluta racha en esta segunda vuelta en la que acumulaba cinco victorias en cinco partidos. El Abanca Ademar León fue un incendio que arrasó a los conquenses que, lejos de apagar el fuego de un resultado en contra, lo avivaron a base de pérdidas y mala toma de decisiones ofensivas, a lo que se unieron varios factores negativos en el rendimiento local como el cansancio o las protestadas decisiones de Escoda Pérez y Sánchez Bordetas, pareja arbitral del encuentro.
Se notó el respeto entre ambos contendientes ante un ruido ensordecedor que se echaba de menos en El Sargal como el generado por los aficionados. Hasta 300 seguidores conquenses ocuparon las dos gradas del Sargal para no perderse en el primer partido de la Liga Asobal con la presencia de público de este 2021.
Si bien la calurosa acogida en su casa imprimió un buen inicio para el Incarlopsa, donde Pizarro se encomendó a sus eslalon entre las torres del 6-0 de Ademar, junto a Bulzamini y Nacho Moya, primeros anotadores del conjunto local, León encontraba facilidad para ver gol desde la esquina, con Gonzalo, o al contraataque, un aspecto que el propio Lidio advirtió en la previa como uno de los principales peligros del equipo de Manolo Cadenas.
Tras llegar al ecuador de la primera parte con las fuerzas igualadas en el tanteo (6-6) comenzó a verse un Incarlopsa enfangado en ataque. A las paradas de Dino Slavic se unieron pérdidas que encomendaron al Ademar a asaltar el electrónico con un Gonzalo en racha. La entrada de Thiago, que no pudo realizar ni un solo entrenamiento después de clasificar a su selección para los Juegos Olímpicos de Tokio, tuvo un leve efecto que pronto se esfumó con la marabunta de brazos en la defensa leonesa cada vez que el brasileño armaba el brazo.
Pese a que Lidio pidió tiempo muerto cuando Ademar alcanzó renta de tres goles (7-10) y que el Incarlopsa tuvo una leve reacción por medio de Colo y un picaresco Ángel de Inestrosa, los fallos en lanzamientos y las pérdidas en ataque favorecieron que León volviera a su renta anterior. Pudieron volver a evitarlo los locales, pero ni Martín Doldán, en el primer balón recibido con éxito por un pivote del Incarlopsa, lo consiguió, pues su vaselina la atrapó felinamente Slavic, ni Leo Maciel, disparando desde su área a puerta vacía tras blocar un ataque rival, en el último suspiro lograron depositar la resinosa bola en el interior de la portería contraria. Con el 10-13 se llegó al descanso y más allá del aspecto de ir abajo en el marcador, preocupaba la poca solvencia en ataque de los de Lidio que se transformaba en demasiadas ocasiones en pérdidas y goles en contra al contraataque.
Pasado el intermedio, Cuenca no sólo no mejoró su imagen, sino que se vio envuelto en una acumulación de factores que no ayudaron a salir de un hoyo que Ademar cavaba con profundidad a la contra. A la desesperación de una distancia que cogía dimensiones cada vez más sonrojantes se unió el enfervorecido malestar con la pareja arbitral, a la que se le protestó varias decisiones como siete metros no pitados con el defensor de León pisando área o faltas en ataque a Cuenca.
León alcanzó velocidad de crucero y con un Gonzalo arrollador en la esquina y a la carrera junto a Kisselev anotando desde la lejanía, el equipo de Manolo Cadenas destrozó a los locales hasta alcanzar los seis goles de diferencia, momento en el que Lidio Jiménez pidió el tiempo muerto.
Pese a una leve reacción que llegó a poner al Incarlopsa a tres goles de diferencia, con Pizarro siendo el jugador clave en la pobre anotación conquense, un nuevo arreón del Ademar propiciado por la vuelta de Slavic bajo palos encarriló el partido para los visitantes.
Los últimos minutos fueron un reflejo de “quiero y no puedo” de los conquenses. Lidio trató de frenar el ataque de su rival imponiendo a Sergio López como sombra del central contrario en un sistema 5-1, pero ni en esta faceta, ni jugando como central en ataque, el equipo logró dar síntomas de buen juego. Entre el cansancio, la falta de ideas y puntería ante un Slavic que volvió a coronarse con un 45% de acierto en El Sargal (como ya lo hiciera el año pasado), Cuenca se dejó llevar mientras Marchán se encargó de darle la puntillada a los de Lidio, concluyendo el choque con el definitivo 21-29.
Pobre partido de un Incarlopsa Cuenca que da muestras de que el parón por la Copa del Rey y los partidos de selecciones, lejos de beneficiarle le ha perjudicado duramente. Sin demasiado tiempo para lamerse las heridas, el equipo viajará hasta Cangas, donde se enfrentará al Frigoríficos Morrazo el domingo a las 19:00 horas. Una oportunidad de oro para resarcirse y desquitarse del mal trago ante León, a sabiendas de que Cangas ya sorprendió en un vacío Sargal sacando un valioso empate en su pugna por la permanencia.
21. Incarlopsa Cuenca (10+11): Leo Maciel; Pablo Simonet (1), Moscariello (2), Bulzamini (2), Nacho Moya (3, 2p), Fede Pizarro (7), Sergio López, descanso, Samuel Ibáñez (p), Vainstein (2), Martín Doldán, Ángel Pérez (1), Álvaro Martín, Hugo López (1), Thiago Alves (2), Carlos Fernández y Taravilla.
29. Abanca Ademar (13+16): Slavic; Feuchtmann (4, 2p), Lucin (1), Donlin (1), Jaime Fernández, Gonzalo Pérez Arce (10, 2p), Kisselev (5), siete inicial, Ghedbane (p), Marchán (4), Natan Suárez (3), Camí, Carrillo, Antonio Martínez y Casqueiro (1).
Árbitros: Escoda Pérez y Sánchez Bordetas. Excluyeron, por parte local, a Moscariello y Sergio López. Por parte visitante a Kisselevy Casqueiro.
Marcador cada cinco minutos: 2-0, 4-3, 6-6, 7-10, 9-11, 10-13, descanso, 12-15, 13-18, 17-22, 20-23, 20-27 y 21-29.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 23ª jornada de la liga Sacyr Asobal disputado en el polideportivo El Sargal ante 300 espectadores. EFE
