Tal y como se presuponía, el Calvo Sotelo Puertollano-CD Quintanar del Rey ha ofrecido emociones fuertes al espectador: 1-1, es decir, fuerzas igualadas, reflejaba el luminoso de El Cerrú al término del encuentro. Mejor los verdiblancos en la primera parte, si bien en la segunda perdieron mucha garra. Todavía quedan 90 emocionantes minutos a disputarse en San Marcos la semana que viene, dirimiéndose quién accede a la siguiente ronda.
El Quintanar salía a El Cerrú apretando con una buena primera ocasión cortesía de Kain: el robo en el centro del campo acababa con el verdiblanco definiendo con un disparo cruzado ante Leiva que se marchaba por muy poquito. Encarando ya el cuarto de hora, Eloy le surtía de un buen balón a Eloy, que se incorporaba en segunda línea a la frontal del área. El contacto, de primeras, se acabó yendo muy desviado, pero los de Fajardo estaban ganando presencia.
El Puertollano, aunque con menos intensidad, también tenía algo que decir: Iván Limón encontraba a Ayoub dentro del área, y Ramón se tuvo que lanzar con absolutamente todo para desviar a córner. Y absolutamente todo quiere decir eso mismo, ya que el verdiblanco tuvo que retirarse del campo poco después. Al parecer, forzó demasiado al ir abajo en esa acción.
El equipo quintanareño seguía teniendo mucha presencia en área contraria, algo que acabaría por materializarse antes del descanso: en el minuto 40, un córner botado por Kike Domínguez encontraba el despeje por parte de la zaga local. El testarazo pilló a Dani Oliva, de espaldas al balón, con el brazo separado, chocando con el mismo. Se decretó así una pena máxima que se encargaba de convertir el de siempre, el killer de la categoría: Megías. Con un soberbio y potente disparo batía a un Leyva que le había leído bien las intenciones.
En la segunda mitad se sacudía el polvo un Puertollano que iba cada vez a más: en el 55, Juanfri se inventaba casi sin querer un centro chut que se topaba con la mismísima cruceta. Tras un gol anulado al Quintanar por fuera de juego, le quemaba el balón en los pies a este equipo, que no estaba siendo ahora tan incisivo como en la primera mitad.
Valdivia avisaba con un magnífico y estético disparo desde la frontal de primeras, tras recibir de Ayoub, pero se marchaba por centímetros. Quien no iba a fallar sería precisamente este último en la siguiente acción: minuto 71 y, escorado en el flanco derecho del área, Ayoub se perfilaba ante su par y se acomodaba para sacarse un potente latigazo al palo largo que César Rozalén no llegaba a detener.
Volvían las tablas y el partido estaba al rojo vivo con un Calvo Sotelo Puertollano al alza. Eso sí, ambos equipos sabían que tampoco podían volverse locos yendo con todo, ya que quedaba toda una vuelta a disputar en San Marcos. No se producirían ocasiones reseñables aunque el partido se rompía un poco en los últimos minutos. Ayoub todavía tendría tiempo de meter miedo de nuevo con otro latigazo que se marchaba por poco en una posición similar a la del gol. Con algunos centros laterales lo intentaba el equipo local, ya en el descuento.
1-1 acababa el partido, algo bastante justo en vista del partido, que podría definirse como el clásico “una parte para cada uno”. Se vino peligrosamente abajo el Quintanar en esta segunda mitad en la que, por otra parte, salen bien parados con este empate. La semana que viene jugarán en su casa, San Marcos, para intentar –con el empuje de su afición- pasar a la segunda ronda de los playoffs.
