¿De qué otra forma podía acabar un partido de estas características? Auténtico partidazo el que se ha vivido en San Marcos con el 2-3 entre el CD Quintanar del Rey y el CD Illescas. Iban 0-2 abajo los verdiblancos, que redujeron distancias y, a pesar de verse con uno menos, acabó equilibrando la balanza en el descuento. Ya casi fuera de tiempo, los illescanos dieron un último golpe con un inesperado gol.
Partido disputado en sus primeros compases, con un Quintanar apretando más en los primeros minutos en busca de esas referencias arribas que creasen alguna ocasión de valor. Después de la lluvia se dibujaba un arcoíris sobre el campo, aunque no iba a ser tan bonito el guion para los verdiblancos: se sacudía el polvo un Illescas que empezaba a ganar presencia, aunque sin demasiado peligro, en las inmediaciones de los locales.
No necesitaría asediar demasiado la portería el combinado illescano para sumar el primero: minuto 25 y un pase en profundidad le llegaba a Molina, que desde el flanco derecho del área ponía el balón al centro. Rozó lo justito en la zaga quintanareña, pero no se desvió la trayectoria: en boca del área pequeña estaba Mingo –máximo goleador de la temporada regular- con la caña, adelantándose a su par y tocando lo suficiente con la bota para poner el primero.
Noqueado el Quintanar, llegaba la segunda ocasión del Illescas tan solo dos minutos después: un lejano centro de Cáceres encontraba la cabeza de Molina, que enviaba el testarazo por encima del travesaño. No estaban cómodos los de Fajardo, y en el 33 volvía a tenerla Molina: una acción rechazada por César Rozalén llegaba a la banda y el 10 lo intentaba pegado a la banda, desde muy lejos, con un disparo que obligaba a recular bien al portero local.
Cuando parecía que el Quintanar del Rey podía salvar los muebles, les cayó un jarro de agua fría justo antes de irse a la caseta: Marcos Martín, pegado a la banda derecha, se inventaba un centro-chut desde lejísimos dirigido al segundo palo. Tocó en la madera antes de entrar, pillando desprevenido a Rozalén. 0-2 se marchaban los de Pablo Nozal al descanso.
Seguían sin encontrarse el Quintanar en la segunda parte, cometiendo Cava un error en la salida de balón que ocasionaba una contra illescana no fructífera. Decían la primera palabra los verdiblancos por fin: un centro desde la izquierda rebotaba en Cáceres, yéndose el balón al travesaño para dar el primer aviso.
Reclamaba penalti el Quintanar tras un contacto de Jorge Rico sobre Kain, pero el árbitro no apreció que la acción fuese punible. No tendría que lamentarse demasiado el equipo quintanareño, que reducía distancias en el 67: un balón rechazado encontraba estorbándose a Fer Navarro y Mazzocchi. Se hizo con el balón este último, que no lo dudó a la hora de sacarse un disparo cruzado al segundo palo que ponía el 2-1.
No obstante, las malas noticias llegaban momentos después, cuando Kike Domínguez veía una tarjeta roja muy evitable tras dos desafortunadas acciones en una misma jugada sobre dos rivales. Lo intentaba con todo un Quintanar en inferioridad numérica que quería meterse todavía más en la eliminatoria, pero no conseguía aunar demasiadas ocasiones de peligro.
Era Marcos Martín quien se inventaba un zapatazo a lo Mcmanaman para obligar a César Rozalen a enviar a córner, y cuando todo parecía abocado a la victoria illescana por la mínima, los quintanareños tendrían la última palabra en el tiempo de descuento: un centro de Fran Minaya –que ya había puesto otro peligroso minutos antes- encontró una mala salida de César Llera, portero visitante. Era Mazzocchi quien se aprovechaba para, de cabeza, desatar la locura con el empate.
Pero aquí nadie se rinde hasta el final, y así lo demostraba el Illescas, que se guardaba un último as bajo la manga. Una serie de rebotes sin contundncia en el despeje acababa en un rechace de César tras el tiro de Mingo. Le llegaba el balón a Tete, que de primeras le daba prácticamente sin ángulo para un 2-3 que acababa por volver loco a los illescanos.
Tras este final de infarto se confirmaba la victoria del Illescas por 2-3, yéndose con ventaja al partido que se disputará la semana que viene en el Municipal. Se ha visto la peor y la mejor cara de un Quintanar capaz de todo, por lo que la vuelta promete ser muy emocionante.