Este domingo, a partir de las 19:00 horas, el estadio del Salto del Caballo decidirá quién será el tercer equipo castellano manchego que acompañará al C.D. Marchamalo y al Calvo Sotelo Puertollano a la 2ª División RFEF. Toledo o Quintanar del Rey se disputarán este premio que, en el caso de los conquenses, supone una nueva oportunidad histórica para ascender desde la 3ª División.
El conjunto quintanareño estará por tercera ocasión en una fase moderna de ascenso tras alcanzar las eliminatorias en la 2014/15, en el antiguo formato cayendo en cuartos de final ante el Sariñena oscense (1-1 en terreno aragonés y 2-3 en Quintanar del Rey); y la pasada campaña en los play-offs exprés donde fue eliminado en semifinales por el Guadalajara (1-2).
“Todo el mundo tiene mucha ilusión de que llegue el partido. Estamos cansados por seguir compitiendo a estas alturas de temporada, pero el hecho de saber que nos estamos jugando un ascenso suple todo eso. Es un partido histórico para un pueblo pequeño que puede verse en una categoría que hasta ahora nunca ha estado”, explica el entrenador del Quintanar del Rey, Carlos Gómez.
En el horizonte un partido que poco tendrá que ver con el 6-0 que se produjo semanas antes. “Ellos tienen esa ventaja de ser favoritos por su dinámica, pero no vamos de falsos modestos. Vamos a ganar, sabemos lo que somos y que tendremos que rozar la excelencia para conseguirlo, hay que tener efectividad en las pocas ocasiones que tengamos, ser contundentes, no permitir transiciones y recuperar esa versión tan buena que este equipo ha sido capaz de mostrar en distintos tramos del año”.
Hay que recordar que, en el caso de empate y que este persista incluso en la prórroga, no habrá tanda de penaltis, sino que vencería el Toledo por su mejor clasificación en la fase anterior. A esto se añade la anécdota estadística. Y es que tratará de romper el maleficio desde 1988, el Quintanar ha visitado al Toledo hasta 11 veces, sin conseguir una sola victoria: 5 empates y 6 derrotas.
En esta cita histórica, los jugadores no estarán solos, eso sí. Pese a que la final será en Toledo, desde el club se prevé entre 300 y 400 aficionados conquenses en el campo.