Sabor agridulce en San Marcos tras el partido de la jornada, que terminaba con empate a uno. Con un tempranero gol llevarían la batuta los de Carlos Gómez, que, justo cuando lo tenían todo de cara en situación de superioridad numérica con la expulsión de Josemi Santos, encajaban en el 85. Se mantienen así los verdiblancos en la segunda posición, sin poder aventajar a su rival directo ni recortar distancias a un Guadalajara que había pinchado en La Fuensanta.
La primera del partido habría que apuntársela al Villarrobledo con un tiro de Bayo dentro del área que rebotaba en la zaga del Quintanar, evitando mayores problemas a Molina. Casi de manera instantánea responderían los quintanareños en su primera ocasión, que maximizarían para abrir la lata: un centro lateral desde la derecha de Kain encontraba a Megías, el gran valedor del Quintanar en ataque durante esta temporada, que cabeceaba al fondo de las mallas. Debía ser atendido tras caer en una mala posición tras el cabezazo, forcejeo con su par incluido, pero bien valía la caída el primero de la tarde para los suyos.
Tras este frenético inicio, el ritmo se iría apagando para dar lugar a un tramo mucho más igualado y pausado. Seguía mejor el Quintanar, jugando con balones largos a la espalda de los centrales que encontrasen al ariete verdiblanco.
Pablo Ortiz trataba de poner el segundo cuando restaban cinco para el descanso, pero el lejano golpeo de falta acabó en manos de Martínez sin complicación alguna.
Entraría enchufado el Quintanar a la segunda mitad, tal y como lo haría en la primera. No obstante, esta vez el gol no se acabaría plasmando en el luminoso. Recibió Eloy Jiménez un magnífico centro de Cifu que despistaba a la zaga del Villarrobledo, muy pasiva a la hora de cortar el envío. No controló de la mejor manera Eloy, que finalmente entraba en contacto con el portero a la hora del remate, haciéndole una falta que a la postre haría que el gol se anulase. Volvían a tenerla los verdiblancos instantes después a la salida de un córner, pero el remate de Eloy iba directo a las manos de Martínez.
A balón parado vendrían las mejores, y Canty tendría la suya para el Villarrobledo en el minuto 61 con un potente cabezazo que se marchaba desviado por encima de los tres palos.
Se le ponían las cosas de cara al Quintanar en el 75 cuando el Villarrobledo se quedaba con uno menos. Era Josemi Santos el damnificado tras un contacto sin balón y por detrás sobre Sanjuan, que se dolía visiblemente en el césped de San Marcos. Era la segunda amarilla, viendo la primera tan solo unos minutos antes de esta acción. Pero no se rendiría el Villarrobledo a pesar de complicársele la situación.
Tras realizar unos cambios tácticos, un saque de banda encontró la prolongación de Trillo. Tras una serie de cabezazos y malos despejes dentro del área, el esférico encontró la cabeza de Zakarias, que aprovechó la salida de Molina para poner la igualada a pesar de su inferioridad numérica.
Ninguno de los dos conseguiría mover más el marcador, dando por certificado este 1-1 en Quintanar del Rey. Mejor le sabría el punto a Villarrobledo por jugar a domicilio y, sobre todo, por las circunstancias en las que se veían minutos antes del gol. Los quintanareños, con ese sabor agridulce con el gol encajado en situación de superioridad numérica, lamentan no haber dado un golpe sobre la mesa ante un rival directo. Con 47 puntos y con un partido menos –el de Villacañas-, los de Carlos Gómez aventajan en dos al Villarrobledo y se mantienen a cinco del Guadalajara, que empató ante el Conquense.
