Caótico final de temporada el que acontece en la zona alta de la tabla en el Grupo XVIII de la Tercera RFEF. Hoy, el Quintanar del Rey ha sido uno de los damnificados, y es que no se podía permitir ningún pinchazo: 0-0 han empatado los verdiblancos ante el Huracán de Balazote, perdiendo así su plaza de playoffs, la cual tratarán de recuperar en la próxima y última jornada.
Mejor el Quintanar en el inicio de partido, con algún acercamiento desde el principio, aunque sin demasiado peligro. La primera clara la tenía Chabo tras recuperar un balón que se le escapaba a Perona, aunque la ocasión no se concretó. Llario también metía miedo con una chilena que no encontraría portería tras recibir un centro de Kike Fabra. Poquito del Huracán, que tan solo contó con una buena ocasión de botas de Lozano, que no llegó a disparar.
Más movida estaría al segunda parte: le llegaba un buen balón filtrado a Llario, quien desde una posición algo escorada a la derecha se sacaba un buen disparo que se marchó cerca del segundo palo. Momentos después se le anulaba un gol a Chabo por controlar involuntariamente con el brazo dentro del área.
Seguía intentándolo el equipo de Ferrandis: minuto 58 y Carlos González se sacaba un potente disparo desde la frontal que Juanma, portero local, despejaba con una estética y felina atajada. También proponía más el Huracán Balazote, con alguna acción a balón parado.
Se volcaba el Quintanar para abrir la lata, y aunque tenía presencia en área del Balazote, sus tiros no eran certeros ni inquietaban en exceso a Juanma. Falto de garra el equipo conquense, que finalmente se marchaba con el 0-0.
Insuficiente punto para los verdiblancos, que pierden su puesto de playoffs y caen al quinto. Se aúpan Toledo y Villarrubia, que han ganado sus respectivos compromisos. Hay un triple empate a 55 entre estos dos equipos y Socuéllamos. Con 54 está el Quintanar del Rey, fuera de esa zona, por lo que tienen que ganar la semana que viene al Marchamalo y esperar resultados favorables en otros partidos, ya que no dependen de sí mismos. El plato fuerte está en ese Villarrubia-Toledo que decidirá muchas cosas.