Con la elegancia de Paul Newman en El buscavidas (1961), los tacos golpean la bola con un sonido más que satisfactorio. La trayectoria lleva a la redonda a chocar con el límite de la mesa una vez, otra, otra y una última vez… antes de chocarse con la otra esfera del tapiz. Se trata del Club Billar Círculo de la Constancia, que se ha lanzado a la aventura del mundo competitivo con la creación de una entidad oficial que sorprenderá con sus carambolas y sus hábiles tiradas.
Este nuevo club deportivo encuentra su origen en el Círculo de la Constancia, que data de 1875 y es la asociación más antigua de Cuenca capital, tal y como señala Julián Lucas Vallejo, presidente de dicha entidad. Aunque en los años 60 y 70 rondara la cifra de 800 socios por los 90 que hay a día de hoy, señala el orgullo que es para él presidir el Círculo desde hace 16 años, lo que le hace “un presidente muy longevo”. Apunta que en las instalaciones celebran competiciones de billar, cartas y ajedrez, entre otras muchas actividades recreativas y lúdicas. Cuando le propusieron competir bajo el nombre del Círculo de la Constancia, no dudó en aceptar para seguir haciendo grande la asociación.
Policarpo Esteban ‘Poli’, presidente y miembro del club billarístico, detalla que en el Círculo de la Constancia siempre ha habido mucha afición por este deporte. En su caso particular, natural de Las Pedroñeras y viviendo habitualmente en Huete, vio que las cuidadas instalaciones del Círculo podían aprovecharse más, por lo que algunos jugadores se decidieron a formalizar un club deportivo que compitiese. Lo hacen en el Campeonato de Castilla-La Mancha de billar a tres bandas –o billar francés–, donde además coinciden con sus vecinos conquenses del Club Billar Casas Colgadas. En la primera jornada cayeron ante Alcázar ganando un partido, en la segunda le plantaron cara al vigente campeón, el Tomelloso, mientras que en la tercera se impusieron en casa al Albasit venciendo en tres de los cuatro encuentros que disputaron. Una paulatina mejora por la cual desde el club transmiten su optimismo de cara al resto de la temporada.
Siete jugadores componen el equipo: ellos son Miguel Barreda, Francisco Murciano, Policarpo Esteban, Gonzalo Criado del Rey, Carlos Martínez, Mario García y José Cabañero. Si bien debutan en la competición, Poli explica que se trata de gente con mucha experiencia y que lleva años jugando al billar. Así lo corrobora otro de los miembros, Gonzalo Criado del Rey Tremps, que ha perdido ya la cuenta de los años que lleva jugando al billar. Parte como debutante en competición oficial el billarista, declarando que salió muy contento con la gran experiencia que supuso. “Hay mucha diferencia entre jugar en competición y jugar en libre. Aquí hay un nivel de jugadores muy bueno, pero es distinto”, comenta. Otro de los destacados jugadores del club es Miguel Barreda, quien ha llegado a competir a nivel individual intentando representar a Castilla-La Mancha en el Campeonato de España por Selecciones Autonómicas, si bien la competencia ha sido muy dura.
El nuevo club se ha fundado de la mano del Círculo de la Constancia, la asociación más antigua de Cuenca capital cuyos orígenes se remontan al 1875TIROS MILIMETRADOS
Para el ojo inexperto, el billar puede parecer una especie de ‘tormenta perfecta’, como un caos ordenado. Lo cierto es que todo está calculado hasta límites insospechados. Poli desvela una de las claves: se valen de las tachas –las marcas que hay en los soportes de madera de la mesa de billar– para calcular sus tiros. De hecho, existe una fórmula, recita Gonzalo: “Punto de salida más punto de llegada es igual a punto de recepción”. Es gracias a estas marcas que tienen una pequeña ayuda en el intrincado mecanismo que llevan a cabo para ejecutar sus entradas. “Hay gente que, por naturaleza, sabe dónde darle y lleva adelanto, pero no solo hay que saber dónde: hay que saber cómo”, puntualiza. Pero eso no es todo, ya que deben calcular correctamente la fuerza e incluso la superficie de la mesa, ya que la velocidad cambia dependiendo de si esta tiene calefacción y la superficie está caliente –la bola iría más rápida– o no. Poco o nada se deja al azar en el calculadísimo espectáculo que es una partida de billar a tres bandas. En esta modalidad, la bola debe golpear las otras dos en la misma tirada, aunque para ello debe haber tocado como mínimo tres bandas. “La magia está en hacer fácil lo difícil”, cuentan los jugadores del equipo.
A pesar de la dificultad que entraña –y para alivio de aquellos que quieran introducirse–, los billaristas explican que es un deporte accesible. “Se tarda un poco en aprender a coger el taco y tener algo de visión, pero está al alcance de cualquiera”, relata Gonzalo tras completar una ‘carambola’ que Poli aplaude con dos golpecitos en su taco. De hecho, el propio Poli apunta que una vez iniciado el jugador se progresa bastante en poco tiempo.
Lo único que se necesita –y haciendo un juego de palabras con su club– es “constancia, templanza y muchas horas, ya que requiere de paciencia y concentración para mejorar”.
Aunque el equipo debuta en billar a tres bandas, cuenta con experimentados jugadores que llevan años de billar a sus espaldasEL DEPORTE CRECE
Poli destaca que, aunque el billar pueda parecer como algo de “gente mayor”, se trata de un deporte en auge, sobre todo en los jóvenes. A pesar de que en España no se goce de la profesionalidad que se estila en Corea del Sur –donde emigran los talentos de este deporte–, señala que salen muy buenos jugadores de este país. Reconoce que en Cuenca lleva algo estancado desde hace un par de años, aunque elogia la buena labor que está haciendo su club vecino –y contrincante en la Liga–, el Club Billar Casas Colgadas, con su proyecto de escuela.
Invita el billarista a acercarse al Círculo de la Constancia para tirar unas bolas gratis y aficionarse a un deporte que, asegura, se mete en vena. “Estamos deseando que se animen y vengan a probar, queremos hacer grande el club y nosotros encantados”, transmite. Y es que, como corrobora su compañero Gonzalo mientras se prepara para intentar una ‘bola de fantasía’, “es un deporte en el que nunca dejas de aprender porque siempre puedes jugar mejor”.
El número de billaristas en España va en crecimiento. Desde el Círculo de la Constancia animan a acercarse a sus instalaciones para probar un deporte que, aseguran, engancha mucho y “se acaba metiendo en vena”