En el último suspiro, dos puntos han volado del Obispo Laplana en el partido que ha enfrentado al San José Obrero y a la UD Almansa. No lo tenía fácil el conjunto de Las 500, que planteó un buen partido ante el tercer clasificado, aunque un discutido penalti en el descuento acabó por frustarles.
El Obrero planteó un buen inicio ante este duro rival: a pesar del ordenado posicionamiento rojillo, que privó al Almansa de crear peligro en el inicio, los visitantes hicieron gala de su efectividad pasado el cuarto de hora. Un error de los obreristas en la salida de balón acabó en gol, obra de Miguel Carbonell.
No se vino abajo el cuadro rojillo, que empezó a soltarse más a raíz del gol en contra. Javi Fernández se adueñaría del partido en unos minutos muy acertados por su parte, anotando un vital doblete antes del descanso.
No duró mucho la alegría tras el entreacto, ya que a los de Algarra les condenaría el balón parado. Una falta ejecutada rápidamente y cortada por el Obrero fue repetida tras la orden del árbitro. En segunda instancia, Enrique Catalán no falló y colocó el 2-2 en el 55.
Siguió ofreciendo una buena imagen el cuadro rojillo, que en la recta final dio un golpe sobre la mesa: Rufo aprovechó una segunda jugada para anotar el 3-2 en lo que parecía que podía ser el resultado final.
No obstante, en el descuento llegaría el jarro de agua fría para los locales, que veían cómo se les pitaba un penalti en contra. Decisión muy discutida que acabó con José Manuel Matea convirtiendo desde los once metros para fijar el resultado final de 3-3.
Adrián Algarra, técnico del San José Obrero, destaca el gran trabajo del equipo, si bien muestra su descontento con esta decisión arbitral que “nos priva de ganar un partido merecido”. Un punto más para el cuadro de Las 500, que cierra su maratón de tres choques seguidos en casa con 7 de 9 puntos posibles, un buen bagaje que les permite seguir fuera de la zona de descenso. La próxima jornada visitarán a la AD Campillo en lo que será un emocionante derbi provincial.
