El voleibol femenino conquense se labra día a día su futuro a través del duro trabajo de las categorías inferiores del CVF Cuenca. Tanto el equipo infantil como el cadete han logrado sus objetivos de clasificarse entre las seis primeras de sus respectivos grupos en la Liga Regional, lo que les da derecho a disputar la fase final de cara al ascenso.
Pedro José González y Mariano Ballesteros, entrenadores del equipo infantil, se han mostrado muy orgullosos con el transcurso de la temporada. Las chicas se clasificaron a esta fase final como fruto de sus cuatro victorias y cuatro derrotas, cayendo solamente ante los dos primeros clasificados -CV Iniesta y Salesianos- tras demostrar una gran mejora que, además, ponen en valor sus entrenadores: “Es el primer año que juegan una competición, no habían jugado antes juntas, así que estamos muy contentos con ellas y con el progreso que han demostrado”, señala Pedro José, corroborando Mariano que han superado con creces los objetivos propuestos a principio de temporada. Aseguran también que están trabajando con ahínco en la formación de ese bloque que siga dando alegrías la próxima temporada.
RETO AÑADIDO AL CADETE
El equipo cadete del CVF Cuenca lleva toda la temporada demostrando un enorme compromiso, el cual quedó patente a la hora de aceptar el reto de jugar en la Segunda División de Castilla-La Mancha en categoría absoluta. Así, estas jóvenes de 15-16 años se enfrentan de tú a tú con jugadoras que superan la veintena y la treintena de edad, con la evidente brecha de físico y de experiencia que ello conlleva. “Para nosotras fue una motivación”, asegura Marina Moreno, que apunta también la gran mejora que este reto les ha aportado en cuanto a su juego.
Nacho Cotillas, entrenador de la plantilla cadete, destaca la fuerza de su grupo, ya que no es fácil gestionar esta palpable diferencia con sus rivales, así como los muchos resultados adversos, por lo que agradece la responsabilidad de las jugadoras. Cristina Patricio, jugadora en edad juvenil que disputa junto a ellas los partidos de Segunda División, valora desde fuera el enorme crecimiento que han tenido desde el inicio de la campaña.
MÁS QUE SOLO UN EQUIPO
Coinciden ampliamente jugadoras y entrenador en el sólido bloque que han formado a lo largo de estos años en los que han trabajado, que ya han sido cuatro bajo la disciplina de Nacho. Además, tienen tareas extradeportivas que refuerzan su compromiso con el club. Encontramos así a una encargada de hacer las crónicas, una fotógrafa, encargadas del botiquín, de colocar los carteles de los partidos... “En ese sentido te hace madurar un poco y tener en cuenta que estamos aportando al equipo”, declara Irene Puente.
Comentan entre risas que en ocasiones decían entre ellas, en broma, que el año que viene harían una gran temporada en categoría juvenil en la que no solo quedarían entre las seis primeras, sino que pelearían por soñar con una fase de ascenso. Coinciden las jugadoras en que ya queda poco de esa broma, y es que la tónica de este año promete continuar en un futuro, por lo que a nadie debería extrañarle otra época dorada del voleibol femenino en Cuenca.
“Nadie descarta que dentro de unos años, cuando hayamos mejorado física y tácticamente, podamos clasificarnos para una fase de ascenso”, augura una esperanzadora Irene. Mientras eso ocurre, el constante trabajo que realizan invita a soñar con ello.