La colegiada conquense Raquel Díaz Rodríguez continúa haciendo historia para el arbitraje de la provincia al comenzar su tercera temporada como asistente de la máxima categoría del fútbol femenino nacional, la Liga Iberdrola.
Díaz formó parte del equipo arbitral que dirigió el encuentro de la primera jornada entre el Santa Teresa y el Sevilla FC. “Tenía muchas ganas de volver a formar parte de un partido de fútbol oficial, el hecho de que también estuviera permitido el público, aunque sólo fuera al 50% del aforo, fue algo que se agradece. Sí es cierto que todo es un poco raro. Tenemos que hacernos test de antígenos antes de cada partido para corroborar que no tenemos el coronavirus, seguir los protocolos habituales y, por ejemplo, en el tema de las revisiones a las jugadoras es más complicado, porque tenemos que mantener la distancia en la medida de lo posible”, explica Raquel.
La colegiada admite que, “cuando empezó a paralizarse todo en marzo, nunca pensamos que iba a ser para tan largo. Con el tiempo, y al igual que los jugadores, hemos tenido que mantenernos en forma, y no perder esa ilusión, que se han ido transformando en ganas a medida que se acercaba la fecha de vuelta”. No obstante, el periodo de cuarentena no fue sinónimo de relajamiento en su actividad de juez, “pues hacíamos charlas, ejercicios técnicos, test, veíamos vídeos, recibíamos material desde la federación, etc.”.
Un ejemplo fue su participación en la iniciativa del Comité Técnico de Árbitros durante el confinamiento donde se mostró “lo que no se ve y no suele ser conocido de nuestra labor”, explica la conquense que aplaude este tipo de iniciativas. “Estamos en una era tecnológica y las redes sociales son una herramienta que está a la orden del día. Es bueno que se dé visibilidad a lo que hacemos y el cómo es nuestro trabajo: el tener que viajar cada fin de semana, prepararte durante los días previos estudiando a los equipos, asistiendo a charlas y sesiones de arbitraje o la formación continua”.
El objetivo es claro, seguir los pasos de los que a día de hoy forma parte de sus referentes en el arbitraje. “El proyecto de la Liga Iberdrola nos exigen un alto nivel, es importante que árbitras, jugadoras y entrenadoras tengan esa oportunidad para demostrar que se puede y servir como referente para otras personas, de la misma manera que Bibiana Steinhaus (primera árbitra en dirigir la Supercopa alemana) o Marisa Villa (ciudadrealeña que forma parte de la Comisión Técnica del CTA de la RFEA”, comenta Díaz recordando “la vez en la que una niña, después de un partido en un pueblo de Castilla-La Mancha, me pidió hacerse una foto conmigo porque nunca había visto una árbitra”.
Así, Díaz espera seguir mejorando su labor como asistente en la Liga Iberdrola, que considera que crece año a año. De hecho, este pasado fin de semana, volvió a recorrer la banda de un campo, nada más y nada menos que el Estadi Johan Cruyff, en el choque entre el FC Barcelona y la EDF Logroño. No obstante, pese al prestigio de la competición nacional, Díaz no se olvida de sus raíces, esas que le dieron la oportunidad de dirigir como árbitro principal el histórico derbi que vivieron UB Conquense y Pozo de las Nieves la pasada temporada en La Fuensanta. Una experiencia “inolvidable”. “Cuando recibí la designación me puse muy contenta, el poder dirigir un partido con dos equipos de Cuenca, en un estadio tan grande lo viví con mucha ilusión, porque sabía que tenía cierta responsabilidad. Sé que era un partido con repercusión y más que nervios sentí muchas ganas de disfrutarlo”, admite, con la esperanza de volver a seguir celebrando alegrías así desde el ámbito del arbitraje.