P
asan los años y no pierde un ápice de pasión por el deporte. Nacho Lillo, nadador máster de aguas abiertas y jefe del Servicio de Deportes de la Diputación de Cuenca, es el resultado de toda una vida ligada a la práctica deportiva y lo demuestra no solamente en su faceta laboral, sino también en la competitiva. El conquense ha arrasado en un 2024 en el que lo ha ganado todo: Campeonato Regional, Campeonato de España y Copa de España.
Tras practicar numerosos deportes a lo largo de su vida, cuenta que fue una protusión discal la que le llevó a la piscina –aunque ya había nadado anteriormente–, ya que son bien conocidos los beneficios de la natación para las afecciones en la espalda. En el agua encontró un mundo totalmente distinto. “Empecé sin objetivos, pero poco a poco hacía sesiones más intensas y oí hablar de las travesías que hacían por la zona del Mediterráneo”, rememora Lillo, que se acercó a Gandía para probar. No tardó en engancharse al mundillo y recorrer distintos puntos de la geografía nacional para realizar travesías. Como sueño, veía en el horizonte la Travesía Internacional La Bocaina, que discurre desde Lanzarote hasta Fuerteventura. “Era uno de mis objetivos y la he hecho cinco veces”, cuenta el nadador, que le guarda especial cariño a este recorrido.
Tras contactar con el Club Natación Máster Torrijos –pues el CN Cuenca no participa en travesías de aguas abiertas–, empezó a probar suerte en 2019 en la Copa de España, y en este 2024 ha vivido uno de sus grandes momentos deportivos, ganando absolutamente todo. Regional, Campeonato de España y Copa de España –que consta de 8 pruebas, ganando todas ellas–. “Desde el punto de vista de los resultados”, ha sido el mejor, aunque puntualiza humildemente y entre risas que este año era “el joven de la categoría”, lo que eso le daba cierta ventaja.
Sin embargo, su constancia ha sido un factor clave, y así lo reflejan sus entrenamientos, los cuales controla minuciosamente. “Entreno seis días a la semana si no compito y cuatro si compito”, cuenta el nadador, que, dependiendo del mes, puede llegar a nadar entre 50, 60, 70 o hasta más de 80 kilómetros. Al término de la temporada, la suma de los kilómetros puede elevarse hasta los 700.
Nacho Lillo suma unos 700 km a nado a lo largo del año y en este 2024 lo ha ganado todo a nivel regional y nacionalLA DIFICULTAD DE LAS AGUAS ABIERTAS
La modalidad de aguas abiertas, si bien sigue siendo natación, presenta muchas distinciones a tener en cuenta, ya que es un entorno bastante variable y, en ocasiones, hostil. “Las condiciones son muy cambiantes, pero el nadador se adapta a todo tipo de condiciones: medusas, corrientes, clima… y la orientación, que en aguas abiertas es fundamental”, resalta Lillo.
Curiosamente, y al contrario que en la vida misma, señala que en aguas abiertas “más vale ir mal acompañado que solo”, cuenta entre risas, ya que esta es una frase que otros nadadores le han reconocido como cierta a lo largo de los años. Alude así a que, aunque la orientación sea incorrecta, nadar en grupo reduce considerablemente el esfuerzo, entre un 20 y un 25%. “Alguna vez me he ido de un grupo que se iba abriendo, he hecho el esfuerzo de ir solo yendo recto y han llegado antes que yo”, declara.
Pero más allá de los resultados, Lillo subraya la importancia de la actividad física en su vida diaria. “El deporte te disciplina y te organiza. Es mi forma de vida, no solo en lo personal, también en lo profesional, nunca voy con pereza a entrenar ni a trabajar. Estar vinculado al deporte me permite entender mejor las necesidades de los deportistas y los clubes con los que trabajo”, explica, resaltando así cómo su experiencia como deportista le aporta una perspectiva única en su rol en la Diputación de Cuenca.
Aunque no es fácil mantener el listón tan alto como lo ha hecho esta temporada, el nadador mantiene la forma acudiendo a algunas travesías y en los próximos meses empezará a preparar la nueva temporada. No obstante, su objetivo lo tiene claro: “Estar sano, poder entrenar todos los días y disfrutar del deporte, que es lo que me da la vida”, concluye.
La modalidad de aguas abiertas implica enfrentar muchas variables como la corriente, el clima, medusas o la orientación