El incremento de los casos a diario y el empeoramiento de la situación de la pandemia de la Covid-19 en Castilla-La Mancha, siendo una de las regiones más castigadas en esta ‘segunda ola’ que está dejando situacones de restricción en varias zonas de la región ha hecho que los clubes de Preferente y Primera Autonómica alcen la voz para pedir la paralización de la competición que está prevista para el 25 de octubre en el caso de la división inmediatamente anterior a la Tercera.
18 clubes de esta categoría han firmado un comunicado donde piden que se aplace el inicio del fútbol hasta que mejore la situación en la comunidad, aludiendo a una cuestión de responsabilidad y de salud ante el “miedo” que existe de que el creciente número de contagios afecte a los jugadores y de estos a sus familias, puesto que tal y como defienden los clubes, la gran mayoría de los jugadores que compiten en esta división lo hace por afición y no porque suponga una retribución económica como para vivir de ello.
De otra parte, consideran que la competición está adulterada desde antes de su comienzo, pues existen clubes que, dada la situación de sus municipios, no pueden entrenarse como sí lo pueden hacer otros en zonas donde no hay estas restricciones locales, lo que deja en desigualdad de condiciones a los competidores.
Desde la federación regional se apoyan en la Ley 1/1995, de 2 de marzo, del Deporte en Castilla-La Mancha, así como al artículo 32 del DOCM 24/2020 de 20 de junio donde señala el derecho de los clubes federados a entrenar. Sin embargo, en la práctica, los ayuntamientos, como mayores responsables de las instalaciones deportivas, están echando el cierre para prevenir el mayor número de contagios.
Asimismo, los clubes defienden su deseo de competir, pero siempre que sea en igualdad de condiciones y bajo un mínimo de garantías que no ponga en peligro ni la salud de los practicantes ni la de sus entornos cercanos.
