El Club Rugby A Palos masculino volvió a disputar un encuentro un año después desde su última ocasión. Los conquenses disputaron un amistoso a domicilio ante el Ancoralba Albacete, precisamente su último rival en competición, en el que a pesar de presentar una formación plagada de jugadores que debutaban en este deporte, los jabatos fueron capaces de hacer frente a sus paisanos.
No comenzó el encuentro de la mejor manera, pues a los pocos minutos del encuentro, el colegiado conquense Pedro Plaza mostró la tarjeta amarilla al jabato Wilhem Catalá por un placaje peligroso, dejando a su equipo en inferioridad numérica durante los siguientes diez minutos. Esta desigualdad la aprovechó bien el Ancoralba, que logró un ensayo de Daniel Andújar "Chino" (5-0).
La respuesta del A Palos llegó cargada de carácter, con una jugada colectiva de bella ejecución en el que Jair tiró de pillería al jugar rápidamente un golpe de castigo a favor para plantar el oval bajo palos de la zona albaceteña. Acto seguido, Eric Guillermo "Beckelar" transformaba el try dando así la ventaja a los verdes con el 5-7.
Pudo seguir aumentando la ventaja para los conquenses, pero el golpe de Becke se marchó desviado de la "H" gigante por poco. Así, cuando el A Palos disfrutaba de sus mejores minutos, una patada defensiva de Albacete terminó convirtiéndose en un ensayo y posterior transformación con la que se llegó al descanso (12-7).
En el segundo tiempo, los cambios y el cansancio bajaron el nivel del partido para ambos equipos. Esto benefició a un Albacete más trabajado que aumentó su renta en el segundo acto doce puntos más, concluyendo el partido con el definitivo 24-7. A pesar de la derrota, los conquenses demostraron mucha valía y entereza, dado el año sin competir, las numerosas bajas con respecto a años anteriores y las dificultades a las que han tenido que hacer frente y que les llevarán a competir en este periodo de temporada en la 3ª Territorial, una categoría por debajo de la que figuraban hasta antes de la pandemia. Lo harán además siendo como equipo filial del conjunto albaceteño.
El partido además tuvo un emotivo final pues, Guillermo García, eterno capitán del A Palos y uno de los pilares de que el juego haya fructificado y enraizado en lo que es hoy día el club, decía adiós al equipo de cara a la próxima temporada debido a que por motivos laborables ya no reside en Cuenca.
