El Club Rugby A Palos comenzó esta semana sus sesiones de preparación de cara a la temporada 2019/2020 de sus equipos masculino y femenino de categoría absoluta. Ambas plantillas realizaron ejercicios físicos y de técnica en uno de las áreas del Parque de Los Príncipes, ante la imposibilidad de disponer de una instalación deportiva para ello, debido al comienzo de las obras del Luis Ocaña y la indisposición del campo del Obispo Laplana, emplazamiento que está previsto que comience a utilizar a partir de la próxima semana.
La sesión estuvo planificada bajo la supervisión de Carlos Villar, técnico del cuadro masculino, y Alberto Hernández, su homónimo en el equipo femenino, y contó con una treintena de participantes entre ambos conjuntos, cifra que seguirá aumentando a medida que se certifiquen las inscripciones de los equipos antes del plazo previsto.
Así, el A Palos femenino ya cuenta con el mínimo de licencias federativas de jugadoras para formalizar este proceso, mientras que la plantilla del masculino aún sigue sumando jugadores para llegar al límite necesario de 23 fichas para comenzar a competir el próximo 6 de octubre, fecha prevista de su primer encuentro a domicilio ante el Andemen Tatami ‘B’.
De forma paralela a estos entrenamientos, la Junta Directiva del club trabaja a contrarreloj para solucionar el contratiempo de no contar con el campo de rugby del Complejo Deportivo Luis Ocaña para celebrar sus partidos oficiales, al encontrarse la instalación en obras. Así, está previsto que haya una reunión con el edil de Deportes, Vicente Martínez, para estudiar las alternativas a las que tendrá que hacer frente el club de rugby ante este hecho. El primer encuentro en Cuenca del A Palos no sería hasta la tercera jornada, el 27 de octubre, ante el Tavernes RC, fecha que entra dentro del plazo previsto de ejecución de reforma del uis Ocaña, por lo que éste no estaría disponible.
Por otro lado, la entidad de rugby conquense ya planifica una nueva edición del proyecto ‘Promoción y Difusión del Rugby’ que tiene como objetivo la captación y conocimiento del deporte de balón ovalado en la actividad física de los jóvenes conquenses de primaria y secundaria mediante la realización de prácticas en los centros académicos tanto de la capital como en el resto de la provincia, superando en 2018 los 1.200 participantes en el programa.