El Comité Técnico de Árbitros de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha (CTAFFCM) cerró su ciclo de encuentros arbitrales con una última conferencia con un elenco de lujo. Varios de los máximos exponentes del arbitraje castellano-manchego a los que se unió la figura de un colegiado conquense como Pablo Escribano, que pese a su corta carrera, ya sabe lo que es vivir un encuentro en el emblemático Estadio de Las Gaunas.
Teodoro Sobrino Magán (asistente UEFA), Javier Alberola Rojas (árbitro de LaLiga) y Dámaso Arcedanio Monesillo (colegiado de LaLiga Smartbank) estuvieron junto al joven de Villamayor de Santiago y Juan Pablo Fernández, moderador de este nuevo encuentro digital coordinado por el CTA. Al igual que en entregas anteriores, la charla estuvo encaminada a descubrir el lado más desconocido de la figura arbitral, haciéndolo en esta ocasión desde la primera de las categorías nacionales del fútbol modesto como es la 3ª División hasta la élite.
Escribano Ortiz es árbitro de 3ª División y ha actuado en varias ocasiones como asistente en la 2ª División B. El de Villamayor de Santiago admitió "el lujo de compartir cartel" con el resto de colegiados. "De ver un cartel en la universidad en el que promocionaban los cursos de árbitro hasta llegar aquí, así es mi historia como árbitro. Empecé en la temporada 13/14 gracias a un familiar y desde hace dos temporadas estoy en Tercera División".
En la hora y media de encuentro, además de las anécdotas, vivencias y risas entre los participantes, también entró en escena el cómo ha ido cambiado la figura del juez en el campo y cómo ha afectado a su labor el papel de la tecnología. En el caso del conquense, si bien es cierto que la Tercera División "no existe el VAR, pero sí tenemos algo parecido que son los resúmenes de CMM Play. En sí, la tecnología nos ha ayudado en nuestro trabajo, en el fútbol modesto no tenemos ese 'ángel de la guarda' con el video arbitraje, pero sí notamos la presión mediática cuando ves que el martes llegaban los nombramientos y veías que el partido que te tocaba arbitrar lo daban por streaming. Cuando termina no haces nada más que actualizar la aplicación para ver el vídeo y tener esa imagen de si acertaste o no, que luego en los resúmenes siempre sale esa jugada dudosa o ese posible penalti que no pitaste", comentaba entre risas Pablo.
Respecto a este tema, el colegiado valoraba la inclusión de sistemas de intercomunicadores o pinganillos en los partidos, una imagen que hasta hace pocas temporadas se consideraba exclusiva del fútbol profesional, o esa herramienta de 'scouting' o referencia que supone la accesibilidad en vídeo a los partidos. "Es crucial. El otro día en una de estas charlas un compañero lo comentaba, que la única referencia previa a los partidos cuando arbitraba era ir a la página de la federación a ver si las tarjetas de los jugadores, ahora tenemos la suerte de que con los videos puedes saber cómo se comportan los equipos, es un adelanto tremendo, pero también el comité trabaja en esta línea tecnológica de forma positiva con los exámenes de video test, preguntas de juego, el aprendizaje de idiomas. Como decía Teo, 'nos ayuda a ver y entender el fútbol' y gracias a eso podemos seguir analizando jugadas, fallos y tener un criterio uniforme, algo que también muy importante como señalaba Dámaso".
LA PERSONALIDAD DEL ÁRBITRO
Ya en un ambiente menos técnico y más distendido, Escribano Ortiz al igual que el resto de colegiados comentaron varias anécdotas de su carrera deportiva como árbitros donde los imprevistos fueron en su mayor parte los protagonistas. De igual manera, contestaron a preguntas realizadas por los espectadores en directo de la conexión. Una de las mismas fue acerca de cuánto hay de juez, atleta, futbolista y de mano izquierda en la figura del árbitro. Pablo admitió que "prácticamente un tercio de cada, si bien considero de mayor importancia el aspecto psicológico, porque hay que saber afrontar bien cada desafío o problema que surja en un partido, así como entender al jugador, crear empatía porque yo al principio pitaba la Liga de Adheridos con la ley en la mano, y uno tiene que comprender el contexto de cada situación. El arbitraje es ser parte de padre, psicólogo y amigo de un futbolista, ellos también tienen que ayudarnos en nuestra labor".
Otro de los aspectos que resaltó pablo a raíz de las preguntas de espectadores, fue "la cercanía y la humildad" como cualidades de un buen árbitro. "El ejemplo está en esto, el compañerismo y la cercanía de colegas a pesar de estar en otras categorías. Eso hay que tenerlo siempre, tanto para el que empieza como para el que está en la élite, así como fijarse objetivos a corto plazo", unas declaraciones a las que correspondía el colegiado Dámaso Arcedanio: "Te recuerdo las palabras de nuestro presidente Pablo, los buenos árbitros son buenas personas".
Para finalizar, los colegiados expresaron su deseo de recuperar pronto la actividad y la normalidad en esta situación. En área donde el conquense señaló que "más allá de ver cuándo cambia la situación, también hay que ver cómo cambiamos nosotros. Esta crisis nos ha enseñado que no hay nadie por encima de nadie, que la labor tanto de un reponedor de supermercado como la de un transportista son igual de importantes que cualquier otra, hay que salir de esta sí o sí siendo mejores personas", concluía.
De esta forma concluyen los encuentros de árbitros del comité regional. Una serie de videoconferencias que han ayudado a mostrar el otro lado de una de las figuras que no siempre tiene una buena impresión en los aficionados por su complicada labor de juez que, obviamente, no resulta al gusto de todos. Y aunque de forma coloquial en el ámbito deportivo se diga aquello de 'el mejor árbitro es el que pasa desapercibido', iniciativas como la que ha realizado el CTA en esta cuarentena ayudan a tener otra visión de una de las piezas claves del fútbol.